Creo que recordar que Voltaire planteaba en uno de sus escritos un dilema muy parecido al de "The Box" pero dos siglos antes: qué haríamos si nos ofrecieran pulsar un botón con el que una persona que no conocemos en China moriría pero a cambio de ello nos volveríamos ricos. No recuerdo si el filósofo aceptaba o no, ni siquiera estoy totalmente seguro de que realmente llegara a escribir algo así pues en mis notas no he encontrado nada y en internet tampoco pero el que caso es que la película parte de una idea más o menos atractiva, que es la del dilema de Voltaire pero en la Virginia, Estados Unidos, de 1976 y con un millón de dólares de reclamo. Basado en un relato corto de Richard Matheson titulado "Button, Button" y escrito en 1970 lo primero que llama la atención es el por qué de la ambientación. Mi conclusión es para querer darle un toque a lo "La Profecía" (1976), que es del mismo año. Por supuesto, no me quejo, entre otras cosas porque Cameron Díaz, la protagonista, está tirando a guapa y no sé si es porque está más gordita o bien, como pienso, porque el look setentero pre-constitucional es bastante favorecedor, por ejemplo el conjunto que lleva al inicio o el vestido y botas grises a juego de la mitad del metraje.

Pero volvamos a "The Box". Como digo, la idea es atrayente pero está mal desarrollada. Todo el añadido para dar sustancia a la historia original se mueve entre lo ridículo y lo innecesario. De entrada pensé que bien podría ser todo un experimento sociológico pero las letras del principio dan a entender una causa paranormal, lo que creo que es un gran error. Para esta trama no nos interesa lo fantástico sino el comportamiento humano, atrapado entre la moral y la codicia. Richard Kelly se pasa con gente rara, con "dominadores de rayos", sangre que sale de la nariz, cajas de aguas, deformidades o ¿extraterrestres?, todo sin concretar. Pero es más, creo que muy pocas personas tratarían el dilema de ese modo. Habrá quien lo rechace de plano o quien lo acepte pero en este caso habría un proceso de racionalización que en la película nunca existe. Es decir, en la realidad se justificarían de que no han hecho nada malo pero aquí son conscientes de que es una maldad pero aún así lo pulsan. La puntilla es que son ellas las que les dan al botón cosa que me irrita porque en la vida, y menos en los años 70, las mujeres asumirían esa responsabilidad, para eso está el hombre. ¿Igualdad femenina?, ¿Maldad de estas nuevas Evas? Muy mal.