Aquí en España somos muy dados a traducir los títulos de las películas muy a la ligera. Por ejemplo, tenemos la presente con un insípido "La mujer del astronauta" en su original inglés que nos puede confundir con ser un drama social o romántico. Así que le ponemos "La cara del terror", que se sepa que va de miedo o cosa parecida. Pues bien, pavor nada, más bien es ciencia ficción o thriller psicológico. Sea como fuere, ninguna de estas dos caras producen terror, ni la de Johnny Depp ni la de la guapísima Charlize Theron, pese a que el pelo corto nunca es la mejor opción como estilismo. De hecho cada vez que la veía me daba rabia, ¿por qué narices no lo lleva largo? ¿Será para difuminar su enorme belleza y hacerla más creíble como persona normal? Por fortuna y como premio de consolación sale un minutillo con una melena, que obviamente le queda muchísimo mejor.

El caso es que nos encontramos con un largometraje que aunque es poco imaginativo se desarrolla con cierta intriga. No llega a ser del todo inquietante e incluso tiene un regusto acaramelado como a película de serie B de sobremesa pero me gusta la ambigüedad con la que se mueve casi todo el metraje. Si lo pensamos bien, las opciones son muchas, desde la paranoia de la protagonista a cualquier ida de olla paranormal, especialmente "La semilla del diablo" (1968) pasada por "Fallen" (1998). Lo que sí está claro es que argumentalmente es muy similar a "Pactar con el diablo" (1997) y que sea lo que fuere lo que le ha sucedido nuestros dos astronautas en el espacio exterior, no se les ha colado un alien que terminará abriéndoles el pecho porque eso sería una copiada tan y tan grande que no puede ser. En definitiva, se deja ver pero el final es un tanto rarillo (SPOILER).