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3
Intriga. Thriller Simón, un joven aspirante a escritor, se gana la vida diseñando crucigramas para un periódico sevillano, mientras que Sapo, su compañero de piso, sobrevive como profesor particular de inglés. Un día Simón recibe en el contestador un amenazador mensaje que lo conmina a incluir la palabra "adversario" en su próximo crucigrama, el del Domingo de Ramos. Todo parece una broma de pésimo gusto, pero Simón cede ante la amenaza sin saber muy ... [+]
24 de diciembre de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la segunda mitad de los 90 y principios de la del 2000 se pusieron de moda en España los thrillers de formato norteamericano, con desigual fortuna en su resultado final. Sin realizar una investigación profunda la que abrió la veda fue la de "Tesis" (1996) y así que recuerde la última fue "Tuno Negro" (2001), pero entre medias tenemos varios títulos como "Abre los ojos" (1997), "El arte de morir" (2000) o la presente "Nadie conoce a nadie", obra basada en la novela homónima de Juan Bonilla. Sevilla, año 2000, un joven aspirante a escritor recibe un extraño mensaje en el contestador que le invita a participar en un "juego" que se convertirá de inmediato en un acertijo mortal.

Así de entrada, por su argumento, tiene buena pinta. Por ejemplo, la fotografía es buena y el estilo es fácilmente asimilable al que se destila en Hollywood. Además cuenta con un reparto atractivo, con Eduardo Noruega, Jordi Mollà y sobre todo, Natalia Verbeke y Paz Vega, lo que nos lleva a preguntarnos quién es más guapa de las dos. Veo difícil decidirme porque aquí están ambas muy jóvenes y muy bien pero me llega más la Verbeke, no sé si por los personajes que suele desarrollar, como más tontos, por esa vocecilla que tiene o por lo que sea. Aunque ya que estamos con el reparto, otras "actrices" fundamentales en esta obra son la ciudad de Sevilla y su Semana Santa.

Dicho todo esto, "Nadie conoce a nadie" termina siendo decepcionante. Primero por su falta de ritmo sobre todo al inicio pero en especial porque peca de inverosímil. Me pregunto que por qué sabiendo lo que sabe el prota, no va a la comisaría más cercana a denunciar al malo, que también vaya torta que tiene y anda que no está claro quién es, desde que sale. El bueno no, sigue la "partida" como si no tuviera más alternativas. A esto hay que añadirle un giro que no me ha gustado nada (SPOILER). Sólo añadir que cómo de susceptibles son algunos. No veo nada ofensivo o hiriente para la Semana Santa pero es que si a alguien le aburre tiene derecho a decirlo, ¿no?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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