Siguiendo con el repaso de algunas series dejadas en el tintero me encuentro con "Lucifer". Resulta que en el verano del 2016 Antena 3 emitió la primera temporada y, bueno, si la hubieran continuado seguramente la hubiese visto pero como no la pasó y tampoco me interesó lo suficiente pues al final sólo vi la primera temporada. Así que mi crítica se ceñirá a los primeros trece episodios, porque "Lucifer" ha continuado y de hecho ahora van por el capítulo 83 de la quinta temporada. Por cierto, que esta política de las cadenas de televisión es un rollo, si emites una serie asegúrate de comprarla entera pues si no dejas a los espectadores colgados.

En cualquier caso, la presente ficción se beneficia de un planteamiento llamativo, que eso de que el Señor del Infierno campe por Los Ángeles, pues tiene su morbo pero me temo que pronto echa a perder sus bazas. "Lucifer" tiene un problema, que es que con ese protagonista no puedes pastelear, ni ser moralista, ni tratar de justificarlo. Si es el mal, tiene que exhibir esa maldad con claridad y bien hecha, de thriller como villano o como una comedia negra, pudiera haber sido atrayente la serie. Pero es que resulta que este demonio es un blando, no hace ninguna maldad y hasta se enamora de la hembra empoderada y masculina. Así que no mola.