Supongo que con la intención de captar al máximo de audiencia posible, arranca "Rehenes" con un capítulo tan sobrecargado que pensé que lo de las quince entregas era mentira y que esa misma noche se iba a aclarar todo. No, no lo hace. El secuestro de los Sanders va para largo. Para mí la idea trata de ser impactante pero se queda en una posturita nada creíble. Resulta que el presidente de los Estados Unidos se va a operar y entonces unos señores se cuelan en la casa de la doctora que va a realizar la intervención para exigirle que durante la misma lo mate, si quiere que ella y su familia salgan con vida. Si el secuestro tiene un pase en cuestión de horas alargarlo semanas se vuelve altamente imposible.

Como que hay rodar capítulos, "Rehenes" empieza a profundizar en los personajes, ya sea en la familia, donde pronto aparecen los trapos sucios, ya en el grupo de terroristas, que resulta que no son tan malos como parece. No adelanto nada porque se ve venir que si bien al principio están de uñas, pronto empezarán a congeniar. Lo malo que tiene la trama es que el continuo juego de soy malo/soy bueno, te ayudo/me quiero escapar, es tan variado y constante que acaba resultando de lo más artificial. Al final, los lances que se van sucediendo se ven con más indiferencia que voluntad. De los actores destacan Toni Collette y Dylan McDermott, que anda que no se tiene que acordar de Alexandra Breckenridge.