Biopic del importante líder negro de finales de los años cincuenta y primera mitad de los sesenta, conocido como Malcom X (Denzel Washington), basado en su propia autobiografía, publicada en 1965 por Alex Haley, que la concluyó. Lo primero, se agradece que la película sea fidedigna al personaje y no inventa casi nada o muy pocas cosas, si no me equivoco, que no lo conozco tan bien. La obra es enérgica, briosa, apasionada, desmedida, incluso en su enorme metraje que la acerca a las cuatro horas, lo que al final le pasa factura. Cuanta con una brillante interpretación de Denzel Washington, que estuvo nominado al Oscar, y un dirección artística muy conseguida, toda esa primera hora en los años cuarenta luce muy bien, segunda nominación por el vestuario, pero argumentalmente no resulta tan importante. Yo me quedo con el Malcom activista de la última parte.

El largometraje puede juzgarse desde dos puntos de vista, el político y el biográfico. Sobre lo primero, no vale discutir demasiado su mensaje porque su discurso, el de la Nación del Islam. realmente incendiario, racista negro y manipulador, es deslegitimado en la propia cinta. Sin embargo, eso no quita que haya algo o mucho de verdad en la denuncia del problema histórico del racismo, en concreto en los Estados Unidos que fue grave hasta los años sesenta, tal vez setenta, del siglo XX, que era cuando que había que combatirlo, pero que ahora ya no lo es. Por ese camino Spike Lee pierde la oportunidad de realizar un verdadero análisis de la cuestión racial. Sin embargo "Malcom X" se sostiene porque lo que aborda no es tanto esto, sino la experiencia vital de un hombre, con sus errores, dudas y aciertos, que como negro vivió y lucho contra esta marginación.