De todos modos, nada que ver argumentalmente pero sí con el título, con esa de George Clooney, "Leatherheads" (2008), en su original inglés. En todo caso, mi mayor preocupación es que "Ellas dan el golpe" fuera feminista, cosa de la que tenía pinta. Al final, no lo es demasiado, al no ser que confundamos cualquier falta al respeto y a la buena educación con esta ideología de género. Incluso me ha hecho pensar que las mujeres que compiten a un alto nivel, nos vale también para cualquier profesión, encuentran una clara dificultad para compaginar su vida profesional con la personal, cosa que no sucede en los hombres. A Dottie (Geena Davis) se le plantea la disyuntiva de escoger entre seguir jugando o volver a casa con su marido, lo cual sería impensable si se llamara Antony, Robert o Michael, que obtendría las dos cosas.

El problema no es fácil de resolver por lo que conviene cambiar el enfoque. Es decir, no se trata de una cuestión de libertad, sino de prioridades. A pesar de los comentarios de cierta anciana locutora de radio o que el béisbol no sea el deporte más femenino del mundo, no creo que nadie se oponga a que lo practiquen. De hecho, ese es uno de los grandes fallos de los radicales, una mujer no pierde su feminidad por lo que hace sino según cómo lo hace. Ahora bien, una cosa es que jueguen y otra que parezca que lo más importante en su vida es el béisbol. Es decir, estas obras reivindicativas más o menos feministas dan a entender que los hombres, la casa o los hijos son una carga que impiden la verdadera realización femenina, o incluso su felicidad, a través del trabajo remunerado, cuando es justo lo contrario para ambos sexos, varones y hembras.