Extraño anime basado en un manga realizado por Hiromu Arakawa. Pero no lo digo porque los protagonistas llevan implantes de metal, que usen la alquimia como si fueran poderes mágicos, ni porque estemos en una especie de principios del siglo XX, estilo steampunk, aunque la mayor parte del tiempo pasan de esta ambientación retro, obsérvese si no el vestuario anacrónico de Winry. No, todas estas cosas y más fantasías las hemos visto en el anime. Lo raro es esa mezcla de lo infantil y lo dramático que vemos en "Fullmetal Alchemist". De hecho, contiene algunas muertes de las más duras de la historia de la animación (SPOILER). Desde luego, este no es el principal problema, si es que lo es, de la serie. Digamos que no termina de funcionar por varias razones, a pesar de que tiene varias ideas que podrían hacer de este dibujo animado algo realmente superior. Por ejemplo, el concepto de los homúnculos es potente y la forma de descubrirse el último de ellos es realmente alucinante (SPOILER). Siguiendo con el tema, me gusta el look de Lujuria, esas botas negras, pero para mi desgracia el dibujo del personaje no es realmente atractivo, especialmente por la boca que es la que la afea. Creo que la más guapa y la mejor es Winry y luego la teniente Hawkeye, aunque Scieszka, la bibliotecaria, cae muy bien. Bueno, las tres lo hacen, sobre todo porque son muy tontinas. Pero Hawkeye no lo es y también tiene mi estima.

Pese a esto, "Fullmetal Alchemist" no termina de cuajar. Hay varias tramas o cosas pero no están bien conjuntadas o están mal explicadas y suelen ser absurdas, o bien se las ve improvisadas. Por ejemplo, el mantra de "intercambio equivalente" no tiene sentido pues desde el primer momento no se cumple. De todos modos, la serie se salva por la intención y sobre todo por los personajes secundarios. De hecho son ellos los que aportan los momentos humorísticos y las tramas más interesantes. A esta serie lo que realmente le hace falta, más que "intercambio equivalente" es "un cambio más valiente", vaya juego de palabras más tonto. Sin llegar a caer mal, los dos hermanos Elric no tienen el carisma y la personalidad de Roy Mustang, que debería haber sido el verdadero protagonista. Por supuesto, la trama militar cobra bastante más interés que la de piedra filosofal, con sus viajes y los encuentros con el pesado de Cicatriz. Pero en realidad Mustang y su equipo, ojo a la teniente Hawkeye, que aquí hay tilín, me gusta esta pareja, son unos meros acompañantes, lo que produce frustración. Con un estilo más sobrio, pero sin renunciar al humor, los momentos estúpidos de los militares o las bobadas de Winry y Scieszka, "cocinar es un ciencia", "no, es un arte". "¡es una ciencia!", "¡mentira, es un arte!", son buenísimos, con Mustang como protagonista y con una trama mucho más definida hubiera sido un anime muy notable.