Por si hay alguna duda sobre el carácter eminentemente sectario de "Libertarias", el prólogo a modo de texto las disipa. ¿Qué es esto de idealistas y de utopías? Dado que todo el mundo lucha por lo que cree que es bueno, he de pensar que es Vicente Aranda el que asume que el proyecto de los anarquistas, CNT-FAI, era el paraíso. Sin embargo, no sé si por ignorancia, por malicia o por las dos cosas, lo más seguro, es que lo que dibuja como grandes avances del movimiento ácrata durante la Guerra Civil, en realidad no eran nuevos, sino que se habían practicado durante la Revolución Rusia. Hablo de las mujeres combatientes o el ejército miliciano, es decir sin oficiales, que causaron tal desastre que precisamente fueron los comunistas los que se desengañaron de tales inventos, hasta el punto de cortarlos de raíz, ya en la futura Unión Soviética como en la España del Frente Popular.

Pero claro, esto es sólo el aperitivo. La película, en resumidas cuentas, es un panfleto propagandístico en el que los republicanos, especialmente los anarquistas o mejor dicho, las mujeres de esta filiación son de una bondad infinita, bueno matan a un obispo pero se vende como si estuviera bien, mientras que los "fachas", así a granel, son muy malos. A este indocumentado, Aranda, habría que haberle explicado, por ejemplo, que la revolución, lejos de "respetar a las mujeres", se dedicó a violarlas y a asesinarlas, en este caso a las monjas, en vez de liberarlas. El colmo de la ironía llega con Durruti que precisamente se entretuvo en fusilar a las prostitutas de Barcelona. Sí, me reiría si no fuera tan triste. El caso es que estos anarquistas que blasonan de humanidad, con las milicianas a la cabeza, asesinaron en la pequeña parte de Aragón que llegaron a ocupar a 3.000 personas al menos.