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España España · Zaragoza
Voto de JVMarq:
10
Cine negro. Intriga Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro. (FILMAFFINITY) [+]
12 de octubre de 2008
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas películas que siguen maravillando con el paso de los años, tanto si entramos en el aspecto técnico (el plano secuencia del principio es espectacular), como en el artístico. Es este ultimo el que me gana completamente como degustador habitual del cine negro.
Se quejaba Welles casi en silencio, entre amigos, de que siempre se le valoraba por su dominio en el plano técnico y no tanto en el artístico, argumentos, interpretaciones. El se sintió alejado en ese sentido de los directores que mas admiraba, que eran los menos técnicos.
No vengo a hacer justicia, porque a estas alturas todos valoran al director, al actor, a ese genio llamado Orson Welles, pero si quiero destacar lo artístico antes que lo técnico, del que ya se hablado y escrito sobradamente. La frontera que cruzó Welles, mas alla de su leyenda.
Recomiendo ver esta película en versión original, no solo por los continuos cambios de idioma entre español e ingles, también para apreciar las excelentes actuaciones del reparto principal.
Nos encontramos con una trama no demasiado enrevesada en un principio, pero que se va complicando conforme vamos avanzando, acompañando a Mike Vargas en la investigación. Al mismo tiempo, el poco peso de los acontecimientos que unen a los distintos personajes, se ve compensado por las distintas bifurcaciones y complicaciones que van surgiendo mas adelante.
La dirección de Welles se deja notar en cada plano, todo ha sido fabricado por el maestro con esmero.
Charlton Heston, en la que es posiblemente la mejor actuación de su carrera (con permiso de Ben Hur, Los diez mandamientos o El planeta de los simios entre otras), interpreta a Vargas con sobriedad. Aunque en un principio, ver a Heston en la piel de un mexicano pueda chirriar, el tipo da el pego en todo momento.
Pero por si fuera poco que uno de los mejores actores de la historia del cine ofrezca su mejor cara, se le une Orson Welles en la piel del capitán Hank Quinlan. En mi opinión se trata del malo por excelencia.
Su primera aparición es de las que se recuerdan. Hank Quinlan, ese gordo de malos modos, bastón acompañando su característica cojera y puro en mano. Quinlan es un personaje despreciable, tan despreciable que le acabas queriendo con todos sus defectos, porque todos somos humanos. Al fin de al cabo, nadie es perfecto, y en sus imperfecciones nos encontramos a nosotros mismos, al ser humano, e intuimos el hombre que pudo haber sido años atrás.
Lo único reprochable es la debilidad argumental en ciertos tramos y las partes de la mujer de Vargas, que desentona con el resto de la película pero que tampoco se puede decir que sobre del todo.
Con el estilo de las viejas historias del cine negro, Sed de mal atrapa a todo el que la ve, con una historia llena de detalles y unos personajes repletos de matices, tan carismáticos como complejos.
JVMarq
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