Me vi motivado a ver el filme por la sorpresa de que el filme es rodado con tres iphone 5s, (como para alargar esa frase de “si queres hacer algo, lo haces y punto”, y hay que decir sobre esto que visualmente Tangerine resulta atractiva, colocando una paleta de colores rojizos y anaranjados muy al corde con los personajes presentados, planos con gran profundidad de campo y un estilo que nos lleva desde el docuficcion falso hasta un género más pop y hasta colocado al videoclip, por el dinamismo de las transiciones y los movimientos de cámara. Por otro lado la historia, el argumento del filme, me queda debiendo, debo confesar que la mayoría de las situaciones planteadas me parecieron aburridas y en ningún momento sentí alguna empatía por un personaje, me desconecte completamente de la propuesta en ese apartado, porque siento que la finalidad del filme es simplón con ciertos grados de sobreexcitación actoral, el final si resulta un desmadre calibrado, desesperante, casi sofocable, pero intuyendo que esa parece ser la intención del director, podemos decir que funciona a su modo. Tangerine replantea el cine desde un tema técnico, tal vez un nuevo movimiento, que merece eso si más riesgo argumental; el filme no gustara a todos, porque cuesta encontrar el interés detrás de lo mostrado pero tendrá sus buenos defensores y seguro que a su manera tendrán sus buenas razones, un cine de márgenes sociales y culturales sobre todo, secamente emotivo pero livianamente pasable.