Con la visualidad recurrente en las obras del mítico Kubrick, yo separaría este filme en dos vertientes narrativas distintas, la primera es la parte de los reclutas y su entrenamiento, Kubrick usa un morbo condimentado de comedia negra para demostrarnos como la mente humana se sitúa en una situación de tal magnitud, es casi una burla de genero que dice nosotros somos hombres y como hombres moriremos en una guerra sin sentido, en esta parte exploramos el nivel de presión de los personajes así como sus limitantes, y Kubrick nos regala aquella secuencia de los baños que nunca se deja de repetir en la cabeza. La segunda y mi favorita es la los soldados en el campo de batalla, creo que aquí la tensión se eleva a magnitudes mayores y que todo lo que vimos en la primera parte era solo un juego con respecto a la guerra en vida real, los efectos de la guerra en sus personajes, y la maravillosa ambientación hacen que el filme tome niveles realmente altos, y de paso como olvidar aquella escena con el francotirador, una de las mejores del cine bélico de todos los tiempos. Un filme marca Kubrick, aunque es una de mis menos favoritas del genio (cosa meramente personal), la calidad y magia del creador está en todo el filme.