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Voto de claquetabitacora:
10
Ciencia ficción. Fantástico. Intriga Una noche, cerca de su casa, en Indiana, Roy Neary (Richard Dreyfuss) observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Desde entonces vive tan obsesionado por comprender lo que ha visto que se distancia de su esposa (Teri Garr). Encuentra apoyo en una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos, y juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado sus vidas. Al mismo tiempo, un nutrido grupo de ... [+]
26 de diciembre de 2017
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mundo de la ufología (o lo referente a los OVNIS) es algo que siempre ha obsesionado a Steven Spielberg. Sin ir más lejos uno de sus primeros trabajos fue un cortometraje rodado en 1964 titulado “Firelight”. A pesar de su rudimentaria realización podría decirse que la base y el germen de “Encuentros en la tercera fase” se encontraban aquí. Humanos que entablaban contacto con seres del espacio exterior. Podría decirse que Estados Unidos siente auténtica devoción por el mundo de los extraterrestres. Hasta tal punto que para muchos se acabó convirtiendo en una especie de religión [...]. Tampoco se había conseguido un título donde el contacto con los extraterrestres fuese tan real y sobre todo tan pacífico. Casi siempre era desde una perspectiva invasiva, agresiva y muy destructiva [...]. Aquí lo que se trataba era de colocar a un ser anónimo en una situación extraordinaria mientras una serie de sucesos fantásticos iban aconteciendo hasta lograr un encuentro final y conciliador entre dos especies completamente distintas. La película, al igual que el número de encuentros, se divide en tres partes muy diferenciadas y marcadas, como si de un viaje se tratase.

No hay mejor comienzo que éste. El estilo Spielberg que se acabaría convirtiendo en un sello característico está aquí. La conjunción de bso, montaje y emoción a partes iguales es inmaculada. En los primeros segundos el director, adentrándose en una tormenta de arena, nos mete en situación. Nos encontramos en el desierto de Sonora. Nos presentan a un científico francés, investigador notorio del fenómeno Ovni, Claude Lacombe (interpretado por el convincente director galo François Truffaut), su intérprete americano, David Laughlin (Bob Balaban) junto con un equipo de investigadores del gobierno de los Estados Unidos. La razón de estar en ese lugar es que en ese desierto han aparecido los aviones que formaban el Vuelo 19, un escuadrón aéreo que había desaparecido después de la Segunda Guerra Mundial. Están en perfecto estado y en pleno funcionamiento pero no hay rastro de los pilotos. Después de la sorpresa inicial la escena llega a su momento álgido cuando un abuelo, en estado catatónico, de rostro medio quemado, les indica, casi en trance, que “el sol salió anoche y me cantó”. Truffaut (al igual que nosotros) siente fascinación y duda al mismo tiempo ante algo que sobrepasa la creencia humana [...].

Durante esta primera parte los personajes irán dando forma a un ejercicio de estilo rural, cotidiano, anónimo en cierta medida, encontrándose ante circunstancias que chocan con algo completamente increíble y por ende sirve como forma para mezclar lo real con lo imaginario. En este caso nos encontramos con tres historias completamente opuestas pero que acabarán formando un todo completo al final de la película. Por un lado tenemos la vida de Roy (Richard Dreyfuss) y Ronnie Neary (Teri Garr) junto con sus tres hijos. Por otro la de Jillian Guiler (Melinda Dillon) y su hijo Barry y por último pero no menos importante: los investigadores citados anteriormente. Cada una de estas piezas del puzle acabará entablando contacto de forma directa con los extraterrestres. Lógicamente, lo que representa la parte fantástica será la que llame la atención y la que prime por encima de todo pues Spielberg sabe cómo jugar con el suspense y la fascinación por este apartado. Claro, cada una de las tres historias representará uno de los elementos que forma al ser humano ante algo que se encuentra en el campo de lo sobrenatural: la parte de los científicos será la investigación ante lo desconocido, la parte de Roy será la obsesión ante algo que no se puede comprender y la parte de Jillian será la del miedo a lo amenazante. Cada una de estas razones irá desarrollándose de forma paulatina sin dejar de perder de vista el espectáculo y el ritmo.

Lo que queda claro es que en cada una de esas partes Spielberg sabe cómo conjugar el espectáculo con la intimidad dando pie a la técnica. Pero incluso en ese aspecto sabe conferir a su película de una mítica que sólo los grandes directores saben exponer. Dígase como ejemplo el instante donde el científico y su intérprete están en la India en busca de respuestas ante el mantra de los habitantes. El plano donde todos alzan la mano hacia el cielo indicando de donde procede el sonido que escucharon es un momento muy digno del cine de David Lean. Pero donde el director juega muy bien es en la parte emocional, en la que puede verse cierto traslado de su vida privada al guión. La historia de Roy, donde su matrimonio empieza a hacer aguas hasta llegar al punto de un divorcio inminente, está expuesta con el dramatismo necesario pero sin recurrir a remilgos ni ñoñerías caducas. La cuidada exposición de cómo una familia va resquebrajándose poco a poco debido a una obsesión enfermiza y malsana por parte del protagonista es un signo de alguien que entiende los síntomas de un hogar roto sin vuelta atrás (el divorcio de los padres del director sirve como plasmación de sus particulares fantasmas personales). La ausencia de un padre o la separación es algo muy habitual en la filmografía del director [...].

Durante la primera mitad, al igual que sucedía en la antes mencionada “Tiburón”, lo sobrenatural siempre juega en el campo de la subjetividad. Todas y cada una de las escenas donde los extraterrestres tienen presencia siempre los intuimos (jamás los vemos) a través de las expresiones faciales de los humanos. Es aquí donde cada contacto juega en el terreno del suspense y terror.

- continúa en spoiler -
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
claquetabitacora
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