Siete candidaturas a los Oscar pertenecientes a las películas estrenadas en 1988 obtuvo Arde Mississippi, un guión de Chris Gerolmo inspirado en un suceso acontecido en Mississippi en 1964. Este drama policiaco lo dirigió Alan Parker (El Expreso de Medianoche), que por su labor se llevó una nominación que no ganó. Las otras a las que optó fueron las de mejor película, actor, actriz secundaria, sonido, montaje y fotografía. Este último fue el único que ganó, a los miembros de la Academia debió convencerles el ambiente sureño de Mississippi, y lo bien que quedaron las iglesias y demás barracas que quemaron en el film con cruces del KKK de fondo.

Gene Hackman (nominado), Willem Dafoe, Frances McDormand (nominada), Brad Dourif, R. Lee Ermey, Michael Rooker, Stephen Tobolowsky, Kevin Dunn, Pruitt Taylor Vince y Tobin Bell es el atractivo reparto. Uno de los motivos, que no el único, para echarle un vistazo a este film.

Los dos primeros actores interpretan a dos agentes del FBI de diferentes métodos, juntos en un caso que les lleva a Mississippi a investigar la desaparición -y más que posible muerte- de tres activistas de los derechos civiles -a la postre, dos de ellos judíos y el tercero negro-. ¿Los sospechosos? Casi todo el pueblo, miembro de Klu Klux Klan.

Cine denuncia del bueno, Arde Mississippi trata de concienciar, poniendo de relieve lo peor del ser humano para que el espectador reflexione sobre ciertos comportamientos. Lo hace con una buena historia, tampoco nada que no se haya visto en cualquier otra producción sobre un caso real -o no-. No es Arde Mississippi la primera película sobre agentes de la ley investigando crímenes raciales, antes estaba por ejemplo En el Calor de la Noche (1967). Ambas bien valen su visionado.

Arde Mississippi brilla más en otros aspectos, el retrato que se hace de una racista Mississippi y cada uno de los habitantes del pueblo -excelente cada odioso secundario que aparece-; en la misma línea que los agentes del FBI, Hackman/Dafoe son de las mejores parejas protagonistas que se pueden ver en pantalla. El personaje del segundo es más interesante que el de Hackman -aunque está menos tiempo en pantalla-, pero es el veterano el que ofrece los mejores momentos. Su método de resolver el caso está casi más fuera de la ley que dentro, dándole oportunidad de lucirse en unas cuantas escenas para que se vea cuantos cojones tiene -en contrapunto con las escenas románticas que tiene con Frances McDormand-.