Desconozco el cine de Peter Bogdanovich, director de corte clásico que triunfó en la década de los setenta con películas como The Last Picture Show, La Fiera de mi Niña y Luna de Papel. Su carrera dio un vuelco con una serie de proyectos de mal resultado crítico y comercial, y también por el descalabro económico personal que le supuso pagar de su propio bolsillo una película que se quedó sin distribución debido a un truculento suceso, el asesinato de la actriz principal de la película, a la postre su pareja en el momento.

Desde entonces cada cierto tiempo ha ido estrenando pequeñas películas con poca repercusión y siempre de manera limitada. ¡Qué Ruina de Función! es una de ellas. La adaptación de la obra de teatro Noises Off de Michael Frayn, conocida en Catalunya estos últimos años debido a la versión de Paco Mir (El Tricicle), Pel Davant i pel Darrera. ¡Qué Ruina de Función! cuenta con las actuaciones de Michael Caine, Carol Burnett (Annie), Denholm Elliot (En Busca del Arca Perdida), Julie Hagerty (Aterriza como Puedas), Christopher Reeve (Superman), Marilu Henner (Taxi), John Ritter (Apartamento para Tres), Mark Lynn-Baker (Primos Lejanos) y Nicolette Sheridan (Mujeres Desesperadas).

¡Qué Ruina de Función! explica los problemas de una compañía de teatro para realizar la obra debido a los problemas que suceden entre bambalinas (infidelidades, alcoholismo, manías de los actores...). Estos percances los sufrirá en especial el director de la obra (Caine), el cual presencia el que puede ser el desmoronamiento de su carrera a las puertas de estrenar en Broadway.

Comedia de enredos situada en el ámbito teatral con un conjunto excepcional de actores creando un 'in crescendo' de gags a cada cual más delirante. Humor procedente del slapstick (tartazos, caídas), muy físico, con unas coreografías ejecutadas de manera milimétrica, muestra del gran esfuerzo y las horas de ensayo que tuvieron que realizar los intérpretes para clavarlo. Una dirección certera por parte de un Bogdanovich teatral, situando la cámara de manera que no perdamos detalle y haciendo que podamos disfrutar de una hora y media que es un no parar de reír.

Debería haber una categoría en los Oscar que premiara el reparto al completo, ¡Que Ruina de Función! (ruina de traducción) sería merecedora de él. Da igual cuantas veces la vea, siempre consiguen el cometido para el que fue creada, partir de risa.