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México México · Oaxaca
Voto de Victor:
8
Serie de TV. Drama. Musical Serie de TV (2012-2013). 2 temporadas. 32 episodios. Una compañía de teatro se propone hacer el mejor musical sobre Marilyn Monroe. La historia se centra en la disputa por el papel protagonista entre una joven e ilusionada debutante (Katharine McPhee) y una veterana actriz (Megan Hilty) que, cansada de ser siempre una segundona, quiere alcanzar la fama. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de que Disney invadiera el mercado adolescente con la mediocre “High School Musical” y la aún más insoportable “Camp Rock, FOX fue la cadena en dar el siguiente paso y estrenó una serie que si bien al momento de ser anunciada generó muchas dudas, al momento de estrenarse significó la nueva mina de oro de la prestigiosa cadena. Si aun no han adivinado de que programa hablamos, nos referimos a GLEE, show que bueno o malo, hay que reconocer que tiene estilo propio y es totalmente innovadora (atributo que sus mismos detractores le conceden).

Ese show creado por Ryan Murphy no sólo logró encandilar al público, sino que también obtuvo el visto bueno por parte de la crítica especializada, incluso llevándolo a ganar el Golden Globe por Mejor Serie-Comedia o Musical 2 años consecutivos (honor que únicamente pocas series como Sex and the City y Esposas Desesperadas han conseguido)
Claro que después de dos temporadas bastante buenas, la ilusión de haber encontrado la nueva sensación televisiva en GLEE se desvaneció en una tercera temporada que dejó bastante que desear y que provocó que los fanáticos de la serie les dieran la razón a aquellos críticos que la destrozaban constantemente.

Es ahí cuando la NBC, constante rival de la FOX, aprovechando el mayor momento de debilidad por el que atravesaba la serie de Murphy decide lanzar SMASH, propuesta que no solo logró hacerle sombra a GLEE por tener a Steven Spielberg como productor ejecutivo (aunque su mano no se nota para nada en ningún capítulo), sino porque se anunció que este show contaría con canciones originales, cosa que no sucedía en la serie de los chicos del coro muy a menudo.

Vaya que SMASH aterrizó en la parrilla televisiva haciendo ruido, aunque hay que aclarar que si bien obtuvo muy buenos niveles de audiencia, tampoco consiguió un altísimo número de espectadores como sí lo hizo GLEE en sus “días de gloria”: Sin embargo, a pesar de que es inevitable la comparación entre ambas series, es oportuno mencionar que lo único que comparten es el género musical, pues cada una va en busca de públicos diferentes.
El musical de por sí ya es un género que reúne a espectadores muy selectos. Así mientras GLEE va en busca de un público más juvenil, SMASH procura enganchar a una audiencia más generalizada, pero quizás un poco más adulta y seria que su aparente competidora.
Ahí es donde radica la principal diferencia entre ambos productos. Mientras que GLEE es más alocada y atrevida, siendo más arriesgada pero inaccesible para cierto tipo de público, SMASH es un tanto mas “elegante” y llevadora, ya que el humor es de lo más ligth y no tan negro o “mala leche” como en la serie de Murphy.

“SMASH” bebe del musical de Broadway, por lo cual se respira un aire “100%” teatral que hace la experiencia más agradable. La trama gira precisamente en torno a la creación de una obra musical de Marilyn Monroe, es como de temática de “cine dentro del cine”, solo que esta vez es un musical dentro de un musical.

Ese show creado por la irregular Theresa Rhebeck, ya no se puede denominar como innovador y no es ni de lejos la mejor comedia televisiva del año, pero es un show que funciona bastante bien porque le da el público lo que quiere. El formato de culebrón es trasladado al género musical, pues todas las historias de los personajes se cruzan de forma hasta cierto punto telenovelezca, pero dándole dinamismo a la trama principal.

Sin embargo, después de todo uno se da cuenta que a pesar de la pobreza de la historia, lo mejor de SMASH tiene lugar cuando es la misma obra teatral la que se vuelve la absoluta protagonista del show, pues a fin de cuentas los personajes son pura utilería para enriquecer la a veces poco creativa trama. Lo mejor tiene lugar en los últimos episodios, cuando podemos apreciar lo complicado que puede ser llevar un musical a los escenarios. En estos últimos capítulos el público disfrutará morbosamente del reto que significa para los personajes sacar adelante el show a pesar de lo destrozados emocionalmente que puedan estar por la situación personal que están viviendo. En fin, en la recta final somos testigos de los pleitos entre los guionistas y el director de la obra, entre el director y la productora, entre la productora y los actores y entre los actores y los guionistas, total un círculo vicioso que se disfruta aunque después de todo sea un culebrón aderezado con números musicales de gran calibre.

Sigue en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Victor
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