Haz click aquí para copiar la URL
Voto de caballero blanco:
8
Comedia. Romance. Drama Francia, años 30. Garris y Riton viven en las marismas, a orillas del río Loira, trabajan juntos y comparten su vida con dos amigos más: Tane, conductor de tren, y Amedée, soñador y devorador de clásicos literarios. Los cuatro conocen a Pépé, un anciano millonario que proviene también de las marismas, pero que no reniega de su humilde pasado. Garris se enamora en secreto de Marie. Por su parte, Riton provoca la ira de Jo Sardi, un ... [+]
16 de septiembre de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El periodo de entreguerras de un modo aéreo-global se define como algo extraño que sucede por ausencia, antes que por acción, entre los últimos ecos de los muertos de Verdún al golpear la trinchera, y los ecos medio cacofónicos de la furibundia de Hitler por la radio, en Europa; y durante -constituyendo el cuerpo de- unos años que también global-aéreamente se describen como "felices".
-Quieren decir la felicidad o infelicidad de los muros, las azoteas, los caminos, los sombreros, hasta los bancos o las casas y los campos: y puede que quizá hasta de los que los siembran-.
En cualquier caso, lo primero y lo último pueden estar representados por la putrefacción de un nenúfar congelado cuando se asienta el invierno sobre el pantano y sobre el uniforme del que vaga y se aleja o se aproxima, y la agonía de la vejez y la cochambre -aquello de golpear una ventana de cristal como un mal sueño con un rastro de locura en el corazón de los ojos porque aquel que se fue no va a volver-; mientras que el cuerpo sea más bien todo lo demás, lo que permanece entre medio cuando la sombra proyectada se disuelve y queda el sol.
Eso en otro caso, más aéreo-global como si dijéramos, menos a tan ras de suelo -¿pero acaso la Historia no acucia por doquier? No. No en el campo. No para los hijos de las marismas: las marismas siempre han sido ambiguas, ¿no?.
Dejando de lado todo entonces, lo que es evidente-como para figurar en un almanaque- es que una buena historia -quiero decir hombres, abuelo, niña- no se mide tanto por la situación de "x" pantano, o la profundidad o extensión de éste y sus marismas.
De la misma manera que por lo visto es obvia la felicidad de ciertos Años, también es obvio que esa medida dependerá antes y exclusivamente de la riqueza de las orillas de dicho pantano, de la riqueza humilde de las cabañas a su alrededor o en el mismo centro de sus marismas. Desde donde el soñador pueda pronunciar la palabra Libertad de pie en voz muy alta señalándose a sí mismo y a su alrededor y sin menoscabo de su pureza -por mucho que antes la haya leído en un libro.
Pues al margen de lo demás sí son bastante afortunados allí. Se van y vienen. Pero sobre todo se van.
Y pese a todo la Historia -historia, perdón- y pese a concluir no cede, no cede; nunca cede.
caballero blanco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow