En el arranque del film ya me estaba arrepintiendo de haberla elegido. Cuatro jóvenes por una carretera en un mercedes con cervezas y conversaciones estúpidas. Creí que sería un "Sé lo que hicisteis el último verano", "Leyenda urbana", "Carretera al infierno"... En la dirección había dos hermanos debutantes así que me dije: la hemos cagado, tío. Hemos tirado el dinero una vez más. Sin embargo pronto te das cuenta de que la película no es como las demás. Te vas enterando de todo poquito a poco y sin espectaculares imágenes de muertos vivientes hambrientos de carne humana. Es una película muy humana y muy centrada en la supervivencia ante una enfermedad mortal que asola el mundo. El eterno debate entre huir a toda costa conocedores de un futuro del que nunca se saldrá airoso. La aceptación de la muerte, quizá no mañana, ni pasado, ni dentro de un año, pero que llegará con toda seguridad. Con el cargo de conciencia de tener que ir dejando atrás el mundo que conocíamos y cómo lo conocíamos para iniciar una carrera de escapada hacia cualquier lugar alejado del resto de la humanidad.

A resaltar la labor interpretativa de Christopher Meloni (el padre de la niña). Me dejó helado y hecho polvo el desenlace de este pobre hombre.

Le doy un 7 porque no se tira a los mismos clichés que se tiran las películas del género. Por la actuación creíble y respetable de Chris Pine y el propio Chris Meloni y por la buena dirección y fotografía de los directores. Solo me queda el rollito de que esta película me parece forzada a ser estrenada antes que otra muy parecida que está por llegar (La Carretera). Hollywood parece que siempre que va a realizar un gran estreno esperadísimo por todos, estrena casi a la par una muy parecida. Veremos quién resulta vencedora.