Película sin efectos, sin lucimientos, sin fantasías, pero muy profunda. Lo mejor la historia, capaz de ir encajando pieza a pieza un rompecabezas que sólo podía tener un final. Uno de los secretos del film es que no te presentan un héroe de buenas a primeras, sino que primero te dan a conocer la persona y su entorno, y te enseñan que es de carne y hueso, igual que el resto de los mortales. Esto es algo muy típico del cine oriental, en el que intentan en primer lugar ponerte en el lugar del protagonista antes de comenzar a contar la trama, de esta forma logran adentrarte más en el film. Para rematar una buena película, todos los detalles que giran entorno a la historia están colocados minuciosamente, el Sheriff, la movida del hijo con el chulo del instituto, y otros mínimos detalles que son necesarios en cualquier película, pero siempre sin llegar a apartarte demasiado de la historia principal.

También destacaría el papel de Viggo Mortensen, un tipo frío que aunque no derroche grandes alardes sabe hacer su trabajo y cumple a la perfección. En la parte negativa, tal vez por momentos vi que los acontecimientos eran un poco forzados, incluso precipitados. Sobre todo en la parte en la que sale Ed Harris (fantástico como siempre), eché en falta un poco más de acoso, y teniendo en cuenta que dura una hora y media, 10 ó 15 minutos no habrían estado de más.