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España España · Madrid
Voto de Pallando:
1
Drama Historia sobre un conductor de autobús y poeta aficionado sobre las pequeñas cosas llamado Paterson, que vive en Paterson, New Jersey. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2017
116 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tremenda decepción la que me he llevado al visionar la nueva creación del director de obras tan interesantes como "Noche en la tierra" y "Down by Law"; es evidente que este creador ha envejecido fatal, no ha sabido capear a los lameculos de rigor que le bailan cualquier parida y se ha regodeado en una autosuficiencia vacua sin el menor interés por narrar una historia, sabedor de que siempre saldrán hipsters y gafapastas que se lo aplaudan. Ahora me entra hasta la duda de si no fue Benigni quien le escribió "Down by Law".

Pero no se puede decir que la cinta carezca de esfuerzo, de hecho la película se esfuerza con meticulosidad en no contar nada mínimamente interesante. Realizando también una intensa labor de ensalzamiento de los poetas sin talento, a lo que parece que solamente por el intento parece que hay que dorarles la píldora, No señores míos, poesía norteamericana es Walt Whitman, no un petardo imagista como el que nos intenta vender Jarmusch.

Siempre que escucho a un "poeta" decir que prefiere la poesía sin rima me digo "cuidado, otro genio incapaz de embellecer su riquísimo mundo interior con una métrica sencilla"; y le mando a hacer haikus lo más lejos posible.

Así, el esfuerzo "poético" del personaje del conductor se muestra plasmado en unos textos tan malos, que te llevan a pensar si sufre algún tipo de retardo, o a la vista de la foto condecorada de la mesilla si lo que tiene son traumas de guerra. Lo que es evidente es que el cerebro no le funciona a la suficiente velocidad. Y no parece casual que la cría que se encuentra le demuestre en 4 versos que lo hace mejor que él. Paterson es un "poeta" como podría ser un "pintor" que rellenara mal los libros de pinta y colorea o un "carpintero" al que se le rompieran los muebles.

Quizás por eso, para compensar su mediocridad cargante tiene de mantenida a una petarda que malgasta sus ociosas 24 horas en pintar las cosas de blanco y negro, hacer cocina indigesta, o cualquier otro capricho de niña de 7 años que se le ocurra esa semana.

Con semejantes compañeros de piso, vemos diariamente como el bulldog se esfuerza cada noche en llegar al bar tirando de la correa, con la esperanza vana de que durante el tiempo que está atado fuera alguien lo robe y le devuelva las ganas de vivir.

En fin, sólo espero que los admiradores de esta cinta puedan disfrutar de la versión extendida, donde el director en lugar de limitarse a 7 intensos días nos ofrece 30 emocionantísimos días, aunque algún crítico sin escrúpulos ya le ha acusado de que lo que hace es repetir la grabación de la misma semana 4 veces.

Lo mejor de la cinta, la pareja protagonista que llena la pantalla cuando aparece y eclipsa totalmente a los demás; el perro y el puente.
Pallando
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