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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
8
Ciencia ficción. Fantástico. Intriga Una noche, cerca de su casa, en Indiana, Roy Neary (Richard Dreyfuss) observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Desde entonces vive tan obsesionado por comprender lo que ha visto que se distancia de su esposa (Teri Garr). Encuentra apoyo en una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos, y juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado sus vidas. Al mismo tiempo, un nutrido grupo de ... [+]
21 de marzo de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de ciencia ficción siempre está de moda, más concretamente el referido al contacto con extraterrestres. En cada década se estrena una película sobre el género. En los cincuenta vivió su etapa dorada con el estreno de multitud de títulos de serie b entrañables como por ejemplo Ultimátum a la Tierra, La invasión de los ultracuerpos, El enigma de otro mundo y sobre todo La guerra de los mundos. El propio Spielberg realizaría un remake de esta última como gran aficionado al género que es. El éxito de Encuentros en la tercera fase le animaría a rodar poco después otra película sobre el mismo tema que se convertiría en un éxito aún mayor, me estoy refiriendo obviamente a ET: el extraterrestre.

Encuentros en la tercera fase fue el segundo bombazo de Steven después del de Tiburón. Esta vez no se trataba de un film de bajo presupuesto y en blanco y negro como los de los cincuenta ni tampoco de una versión tan científica del tema como La amenaza de Andrómeda sino de una superproducción mucho más entretenida y vistosa. En ella se cuenta el contacto de extraterrestres con humanos en distintas partes de la Tierra. Uno de los protagonistas tiene una experiencia con varios ovnis mientras conduce su camioneta en el tranquilo pueblo donde vive. Se trata de un electricista que se dirigía a reparar una avería eléctrica que había dejado sin luz a toda la población. A partir de este primer contacto queda como alucinado y se obsesiona con una misteriosa montaña de Wyoming a la que desea ir para hallar las respuestas a las preguntas que le corroen. Con la compañía de una mujer cuyo hijo ha sido abducido por alienígenas y que también siente una irresistible fascinación por dicha montaña, acude al lugar y descubre que el ejército y un nutrido grupo de científicos están al tanto de todo y se preparan para recibir a los extraterrestres.

El talento de Spielberg queda patente en toda la película de la que además es su guionista. Su historia es una aproximación seria y creíble de lo que sería el encuentro del hombre con seres extraterrestres. Pero para que el argumento funcione hay que estar predispuesto a creer y a dejarse llevar sin prejuicios por la magia de su autor y sólo entonces se disfrutará plenamente. No faltan los toques de humor, la portentosa capacidad de Steven para colocar la cámara en el lugar exacto, unos maravillosos efectos visuales que han envejecido muy bien y que no constituyen el plato fuerte de la función sino que son un complemento necesario para deleitar al espectador y un Richard Dreyfuss genial en el momento cumbre de su carrera. Aquel mismo año ganaría el Oscar por su trabajo en La chica del adiós aunque la primera opción que se contempló para protagonizar la película fue Jack Nicholson.

Queda para la historia del Séptimo Arte la famosa sintonía con la que humanos y extraterrestres se comunican.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Harold Angel
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