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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
9
Thriller. Intriga. Terror El FBI busca a "Buffalo Bill", un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene ... [+]
19 de febrero de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela de Thomas Harris El silencio de los inocentes, Jonathan Demme logra su mejor obra y de paso una de las mejores películas de los noventa. Todo un éxito de crítica y público que se llevó cinco merecidos oscars, además de un gran éxito de taquilla que dio origen a tres secuelas. La película mejora el libro en el que se basa que tampoco está nada mal.

Anthony Hopkins compone una formidable actuación encarnando a uno de los psicópatas más recordados de los últimos años, Hannibal Lecter. Un demente caníbal que desde su celda ayuda a una brillante agente del FBI a capturar a otro psicópata sexual. Clarice Starling, interpretada magníficamente por Jodie Foster, une sus fuerzas a Lecter para detener a un violento asesino de mujeres que ha capturado a la hija de una senadora. Sterling le cuenta a Lecter detalles de su vida privada que le interesan como psiquiatra que es, y éste le ayuda a trazar el perfil del asesino Buffalo Bill y cuáles son sus motivaciones. Ted Levine es el psicópata que mata jóvenes gruesas con el fin de despellejarlas y hacerse un vestido con su piel. Su interpretación también es muy buena y es famosa la escena en la que baila desnudo delante del espejo escondiendo el pene imitando a una mujer. También fue muy recordada la escena en al que Jodie Foster visita a Anthony Hopkins en la prisión y uno de los internos le arroja esperma a la cara. O aquella en la que Lecter esposado y con una máscara en la cara se entrevista con la senadora para darle pistas sobre el caso. Scott Glenn es Jack Crawford, el jefe del FBI que lleva la investigación dirigiendo a Starling y de la que se enamora platónicamente. El rockero Chris Isaak interviene en un pequeño papel haciendo de agente de policía.

La película tiene una turbadora banda sonora obra de Howard Shore y grandes dosis de suspense e intriga hasta llegar al clímax final con el duelo entre Bill y Starling. Estamos pues, ante una película con una calidad incuestionable dirigida con maestría por Demme que influyó en otras con argumentos parecidos como Seven. El guión adapta perfectamente la novela de Harris y se llevó el premio de la Academia merecidamente. Pocas veces Hollywood ha premiado con el máximo galardón una película con un argumento tan truculento que parece sacado de un film de terror. Pero la cuestión es que El silencio de los corderos es buena y está muy bien hecha, por eso a nadie sorprendió que se acabara llevando todos los premios más importantes.
Harold Angel
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