Horizontes perdidos narra la historia de un grupo de personas, que huyendo de la guerra en la China de los años treinta, es secuestrada en un avión que les traslada hasta un remoto y recondito lugar en las montañas cerca del Tíbet. Sin embargo, el avión se queda sin combustible y acaba estrellándose en la montaña. Todos menos el piloto sobreviven y son rescatados por un grupo de lugareños que los trasladan a su pueblo llamado Shangri-La. Un misterioso lugar donde la gente vive feliz y para siempre.

Me ha parecido una historia de aventuras de carácter fantástico y muy imaginativa, con ese toque fantasioso de su autor, el mítico Frank Capra, aunque sin llegar al nivel de ¡Qué bello es vivir! Estamos ante una obra entretenida y amable cuyo argumento habla de la paz y la armonía de los seres humanos ante lo que se avecinaba en un futuro inmediato. Con críticas a los líderes de ideologías totalitarias que han engañado a la sociedad hasta convertirla en una masa iracunda que se aproxima al abismo de la autodestrucción. En este sentido la película es muy premonitoria aunque también peque de ingenua e idealista.

Por lo demás decir que la copia original sufrió graves daños que se han restaurado lo mejor que se ha podido. Incluyendo fotografías de los actores y su banda de sonido para compensar los fotogramas perdidos.