Decepcionante cinta de espionaje ambientada en plena Guerra Fría y basada en un caso real.

Timothy Hutton y Sean Penn encarnan a dos amigos íntimos que se convierten en espías al servicio de la Unión Soviética cuando el primero, que trabaja en la sección de secretos oficiales, desilusionado con las manipulaciones que lleva a cabo su país, decide pasar información a los rusos a través de su amigo traficante de drogas que cruza la frontera mejicana a menudo para sus trapicheos.

Los primeros ochenta minutos están bastante bien y mantienen el interés, sin embargo a partir de ahí la historia se desinfla. Todo está contado muy rápido como queriendo acabar precipitadamente algo que se vuelve excesivamente largo y farragoso. Tiene fallos graves en la trama que hacen que al final pase del notable al cinco raspado. (Spoiler).

En definitiva, la película cuenta una historia que no encajaba para nada con el sentimiento patriotero de los ochenta, de ahí que a pesar de algunas buenas reseñas de la crítica, fuese un fracaso comercial.

Eso si, la banda sonora de Pat Metheny, como apunta todo el mundo, es muy bonita y el tema "This is not America" que canta David Bowie magnífico, como no podía ser de otra manera.