La auténtica y genuina obra maestra de los hermanos Coen es hasta la fecha Fargo. Si se hubiese estrenado en 2.007 se habría llevado el Oscar a la mejor película sin dificultad, cosa que no le habría ocurrido a No es país para viejos si se hubiese estrenado en el 96. Ambas son grandes películas pero Fargo para mi gusto es más redonda y está impregnada de un humor negro grotesco irresistible. Los variopintos personajes de la trama, basada en una historia real acaecida en los ochenta, son uno de los platos fuertes del film.

Frances McDormand es una gran actriz que además tiene la suerte de estar casada con Joel Coen que le regaló este excelente papel en el que interpreta a una inteligente policía embarazada encargada de resolver un triple crimen y que le reportó un merecido Oscar. William H. Macy se dio a conocer con este film encarnando a un irresponsable, codicioso y patético director de ventas de un concesionario de coches con problemas económicos que planea secuestrar a su mujer para cobrar el rescate de su suegro rico al que desprecia. Steve Buscemi y Peter Stormare son los secuestradores. El primero es nervioso y violento mientras que el segundo es callado y peligroso con tendencias psicópatas. A Buscemi le encuentro un poco sobreactuado aunque quizá sea la voz del doblaje en español y Stormare para mí es la auténtica revelación de la película. Un personaje genial e irresistible. Un tipo lacónico y psicópata que con su presencia llama poderosamente la atención. Sus miradas de pánfilo se entremezclan con estallidos de violencia brutal. En general todos los personajes resultan de lo más pintorescos como el marido de McDormand, su antiguo compañero de colegio o el suegro de Macy. Tienen una forma de hablar pausada que les da un aire como de retrasados pero que en el fondo en la mayoría de los casos es todo lo contrario.

El argumento engancha desde el principio y la historia no divaga teniendo muy claro lo que quiere contar. Está muy bien escrita de ahí que lograra el premio de la Academia al mejor guión. Si a eso añadimos la bella fotografía del excelente camarógrafo que es Roger Deakins mostrando los hermosos parajes nevados de Dakota del Norte, tenemos una auténtica obra maestra. Una versión mejorada y más completa de la opera prima Sangre fácil de estos dos singulares genios del cine actual.