Con la que está cayendo sólo era cuestión de tiempo que Hollywood hablara de la crisis económica. Inside Job es un aleccionador documental sobre la situación financiera mundial después del estallido de la crisis en octubre de 2008. Se entrevista a varios de los protagonistas que dirigen las altas finanzas, aunque también hay muchos que declinaron participar, y después de hora y media larga uno llega a la terrible conclusión de que los principales responsables de la crisis se han mofado de todo el mundo y han quedado impunes. Y lo peor es que sus empresas, es decir, sus bancos han sido rescatados con dinero público, dinero que también se ha empleado para pagar sus millonarias indemnizaciones y para colmo de males muchos de ellos han sido contratados para ocupar puestos de responsabilidad en la administración y sacarnos de la crisis. Crisis que ellos mismo han creado. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Primero presionaron para que se aprobarán leyes para desregular el mercado y así poder hacer sus chanchullos sin que nadie les vigilase, después facilitaron el crédito de dudoso cobro a familias pobres para que se compraran una vivienda. Vendieron eso como fondos de inversión combinados con otros elementos de máxima calificación crediticia para a su vez propagarlo por los bancos de todo el mundo mediante una cadena de engaños que va del banquero hasta el inversor. Se creó una burbuja inmobiliaria con la que se forraron principalmente los grandes banqueros mientras el resto de la gente se endeudaba hasta las cejas viviendo a todo trapo despreocupadamente. Hasta que llegó el día en el que dejó de fluir el dinero y dejaron de dar créditos. La música cesó que dijeron los banqueros y la fiesta se acabó. Y luego llegó una brutal resaca de la que todavía seis años después seguimos sintiendo sus dolorosos efectos. Consecuencias, aumento desorbitado de paro y pobreza, depresión y sálvese quien pueda. Y una vez más los poderosos responsables se van de rositas y los más pobres a pagar los platos rotos. Y todo bajo la atenta mirada de los gobernantes incapaces de resolver la situación sino al contrario y las agencias de calificación poniéndonos a todos verdes sin haber sido capaces de detectar los problemas de solvencia de los bancos durante la gestación de la crisis, bien por incompetencia o porque estaban untados hasta las cejas.