Le ha ocurrido justo lo contrario que a la mayoría de series españolas, mejora con el paso de las temporadas.
La calidad de la serie es innegable, y tiene en mi opinión al mejor actor español y al mejor secundario, de hecho de su unión han surgido los mejores momentos de la serie. Me refiero a Imanol Arias y a Pepe Sancho, y solo hace falta volver a ver el último capítulo de la segunda temporada creo recordar, (cuando quiebra la constructora).
Lo peor, ciertos momentos donde se les puede ver el plumero a los guionistas, y tener que esperar tantos meses entre una temporada y otra.