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Voto de El Golo Cine:
3.900
Comedia. Drama
En la víspera de Navidad, la prostituta transgénero Sin-Dee Rella, que acaba de cumplir una sentencia en prisión, se encuentra con su amiga Alexandra, que le informa de que su novio Chester ha estado engañándola. Ahora, Sin-Dee Rella iniciará una búsqueda por la ciudad para descubrir la verdad. (FILMAFFINITY)
7 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Tangerine (2015) el director de cine independiente Sean Baker narra la historia de dos amigas prostitutas trans en Los Angeles. Una busca a su novio, que también es su proxeneta, mientras la otra intenta iniciar una carrera como artista.
Por Nicolás Bianchi
Tanguerine nos presenta a Sin-Dee (Kitana Kiki Rodríguez), nombre que en un primer momento podemos entender como una versión trash de Cindy, y Alexandra (Mya Taylor), dos amigas trans que inician su día en Los Ángeles con una reveladora conversación en un local de donas y cafés. Sus caminos momentáneamente se separan. Sin-Dee van en búsqueda de la amante de su novio-proxeneta infiel mientras Alexandra busca ganar algo de dinero antes de lo que realmente parece importarle, un show que ella brindará ese mismo día por la tarde.
El color y la música son elementos narrativos realmente destacados en la película. Tanguerine está compuesta en una paleta de amarillos, naranjas y rojos que van a la perfección con el mood de las protagonistas. La ambientación, con saltos entre el trap, hip hop, electrónica y música clásica, directamente nos cuenta los estados de ánimo de Sin-Dee, siempre eléctrica, histriónica, por momentos al borde de la explosión, muy pocas veces en calma.
El background por el que ambas llevan de paseo al espectador está habitado por una variopinta fauna suburbana, en la que se destaca el taxista armenio Razmik (Karren Karagulian), prostitutas de distintos géneros, jóvenes intoxicados y una pareja de policías que busca que todo termine en paz. Fundamentalmente porque es la víspera de Nochebuena.
El film atraviesa distintas atmósferas. Es, en varias secuencias, un drama social de barrios bajos, prostitutas, drogas y clientes. Tiene momentos de comedia, sobre todo una escena gloriosa en la que todo se comienza a resolver en el local de donas donde se inició la acción, y en la que Razmik es gran protagonista. Pero en definitiva se trata de un cuento sobre la amistad entre dos princesas. Sin-Dee es Sin-Dee Rella, la cenicienta de las calles angelinas, y el nudo del film está en su relación, no con los príncipes (el taxista y el proxeneta), sino con su amiga Alexandra.
Tanguerine fue estrenada en 2015, año en el que recibió distintas nominaciones y premios en festivales de cine independiente. Conforma, junto con Starlet (2012) y The Florida Project (2017), una trilogía no declarada por su director Sean Baker, en la que se observan distintos abordajes sobre las historias de los habitantes de los arrabales de las grandes metrópolis estadounidenses.
La película fue filmada con tres teléfonos Iphone 5s, según explicó Baker, por falta de presupuesto. La mirada estroboscópica que dan esas cámaras se incorpora rápidamente a la narración de la historia, y lejos de distraer, logran aportar un componente realista al peregrinar de los personajes por las calles de Los Ángeles.
Por Nicolás Bianchi
Tanguerine nos presenta a Sin-Dee (Kitana Kiki Rodríguez), nombre que en un primer momento podemos entender como una versión trash de Cindy, y Alexandra (Mya Taylor), dos amigas trans que inician su día en Los Ángeles con una reveladora conversación en un local de donas y cafés. Sus caminos momentáneamente se separan. Sin-Dee van en búsqueda de la amante de su novio-proxeneta infiel mientras Alexandra busca ganar algo de dinero antes de lo que realmente parece importarle, un show que ella brindará ese mismo día por la tarde.
El color y la música son elementos narrativos realmente destacados en la película. Tanguerine está compuesta en una paleta de amarillos, naranjas y rojos que van a la perfección con el mood de las protagonistas. La ambientación, con saltos entre el trap, hip hop, electrónica y música clásica, directamente nos cuenta los estados de ánimo de Sin-Dee, siempre eléctrica, histriónica, por momentos al borde de la explosión, muy pocas veces en calma.
El background por el que ambas llevan de paseo al espectador está habitado por una variopinta fauna suburbana, en la que se destaca el taxista armenio Razmik (Karren Karagulian), prostitutas de distintos géneros, jóvenes intoxicados y una pareja de policías que busca que todo termine en paz. Fundamentalmente porque es la víspera de Nochebuena.
El film atraviesa distintas atmósferas. Es, en varias secuencias, un drama social de barrios bajos, prostitutas, drogas y clientes. Tiene momentos de comedia, sobre todo una escena gloriosa en la que todo se comienza a resolver en el local de donas donde se inició la acción, y en la que Razmik es gran protagonista. Pero en definitiva se trata de un cuento sobre la amistad entre dos princesas. Sin-Dee es Sin-Dee Rella, la cenicienta de las calles angelinas, y el nudo del film está en su relación, no con los príncipes (el taxista y el proxeneta), sino con su amiga Alexandra.
Tanguerine fue estrenada en 2015, año en el que recibió distintas nominaciones y premios en festivales de cine independiente. Conforma, junto con Starlet (2012) y The Florida Project (2017), una trilogía no declarada por su director Sean Baker, en la que se observan distintos abordajes sobre las historias de los habitantes de los arrabales de las grandes metrópolis estadounidenses.
La película fue filmada con tres teléfonos Iphone 5s, según explicó Baker, por falta de presupuesto. La mirada estroboscópica que dan esas cámaras se incorpora rápidamente a la narración de la historia, y lejos de distraer, logran aportar un componente realista al peregrinar de los personajes por las calles de Los Ángeles.
