Dirigida por Julius Avery, presenta a un cura interpretado por Russell Crowe que oficia como exorcista oficial del Vaticano. Pretensiones de franquicia y guiños a la obra maestra de William Friedkin.

Por Nicolás Bianchi

En principio, The Pope´s Exorcist puede prestarse a algunas confusiones. Si bien el título es claro, se trata del exorcista del Papa y no del exorcismo del Papa, que probablemente hubiera sido más arriesgado e interesante. Aquí el líder de la iglesia católica, interpretado por el histórico Franco Nero, es apenas un personaje secundario con un par de intervenciones.

Entonces, el personaje del título es un sacerdote interpretado por Crowe que se especializa en la expulsión de demonios que invaden cuerpos ajenos. Se trata de un servidor directo del Papa, que tiene una suerte de canal directo con el sumo pontífice. Esto provoca que sea mirado con desdén por la burocracia eclesiástica que, como siempre, se asemeja a una cofradía política o mafiosa.

Completan el elenco el ayudante del protagonista, el padre Esquibel (Daniel Zovatto), el niño poseído Henry (Peter De Souza Feighoney), su hermana Amy (Laurel Mardsen) y la madre de ambos, Julia (Alex Essoe). Estos tres últimos personajes conforman una familia estadounidense que ha heredado una abadía en Italia, espacio donde el pequeño Henry sufre la intrusión del demonio en cuestión.

Entonces, la película consiste básicamente en el proceso de exorcismo de ese ser maligno que no va a rendirse fácilmente. La estructura es similar a la de The Exorcist (1971), una de las mejores películas de terror de todos los tiempos. A su vez, el resultado y la calidad de este film no tienen nada que ver con la obra de Friedkin. Esto último no significa que no pueda ser disfrutada o resultar entretenida.

Ahora bien, al ver The Pope´s Exorcist queda una sensación flotando en el aire que no se desvanece fácilmente. Al parecer, se trata de una película hecha con mucha seriedad, pero que, quizás involuntariamente, funciona mucho mejor como comedia de terror. En principio, ver a Crowe tratando de hablar como un italiano es gracioso. Otras secuencias, que no vale la pena relatar aquí, se inclinan en esa misma dirección.

Finalmente, otro aspecto visible de este film es que apunta a presentar un personaje y un mundo en el que pueden suceder más historias como esta. Además, introduce una sub-trama sobre algunas cuestiones secretas del Vaticano que podrían ampliarse en próximas entregas. Para prosperar, The Pope Exorcist´s quizás deba abrazar con todo su vocación disparatada e hilarante, y dejar de lado la seriedad que convierten a este relato en uno más del montón.

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