Marlon Brando en otro de sus "bordados". Mira que la vi con cierto recelo, un poco distanciado por lo poco que tenía que ver con mi realidad personal el tema principal de la película. Pero por eso las llaman obras maestras, porque aún así, son capaces de ponernos el corazón en un puño, ya nos hablen de un esquimal cazando focas, de un soldado herido en una trinchera, de una costurera nepalí engañada por su marido, de un niño escocés que quiere ser boxeador o de un marciano que se ha estrellado en una lata de Coca-Cola. De lo que sea, tan sólo hace falta un genio detrás de la cámara.
A propósito, no he podido evitar fijarme en que muchas críticas más parecen hablar de los antecedentes personales del señor Kazan que de la cinta en sí. No sé, yo cuando vi LA LEY DEL SILENCIO no vi LA LEY DEL SILENCIO DE ELIA KAZAN DIRECTOR PERSEGUIDO EN LA CAZA DE BRUJAS DE LOS AÑOS 50... Vi un filme sensible, bien interpretado y con un gran guión. Y por cierto, estoy completamente de acuerdo con el mensaje que nos propone, y pienso que todos los mafiosos que se creen los amos de un negocio o de un lugar porque ellos son así de chulos estarían mejor en la cárcel... u otra cosa.