Elena Anaya es una rockera de la movida, que tras el desgraciado accidente en el que perdió a su hermano, se refugia, deprimida y agorafóbica, en casa, con su madre y su hijo. Su hermano se aparece, pero sólo puede verla ella. Su madre, verdadero sustento de la familia, es una mexicana que sabe que está muy enferma, y visita a una bruja o vidente o chamán o como queramos llamarla, al igual que va a la colonia mexicana el día de los difuntos.

El hijo de Lupe es un adolescente desnortado, que se lleva mal con una madre tan excéntrica e introvertida, que sólo sabe hacer tartas de manzana, lo único que le permite su estado depresivo. Pero tanto el contacto con su hermano muerto como la relación con el amigo de su hijo la van haciendo revivir, acercarse de nuevo al mundo de los vivos.

Film muy interesante, con una inconmensurable Elena Anaya, nos acerca a los fantasmas que habitan en toda relación familiar, al amor, al desarraigo, y a un final de muertes y reconciliaciones. Recomendable.