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Voto de José Lozano Rueda:
4
Aventuras. Acción Siglo X. Ahmed, un noble árabe (Banderas), es expulsado de sus tierras por cortejar a una mujer. Acompañado de su mentor (Sharif) emprende un viaje al Norte, donde entrará en contacto con un grupo de guerreros vikingos que tienen que enfrentarse con una horda de salvajes que atacan sus poblados y devoran a sus gentes. La profecía de una bruja, que anuncia el triunfo de los vikingos gracias a la intervención de un extranjero, anima a ... [+]
23 de febrero de 2019
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Sí, somos injustos, soy consciente. Mi nota (4) carece de total imparcialidad, y como siempre en mis valoraciones priman los aspectos cinematográficos sobre otros, incluso sobre el Entretenimiento, la razón de Ser del Cine. Pero bueno, a mí me chiflan los recursos técnicos, no en sí mismos, sino cuando se utilizan con maestría para hacer realidad una historia imposible de mostrar en toda su dimensión sólo a través de actuaciones. Cuando se usan para generar emociones que pasarían inadvertidas si sólo se contase con actores (aunque sé que hay actores que lo logran). Y le pongo un 10 a aquellas películas que combinan ambas cosas: cámara elocuente y actores silenciosos.
Pero más allá de mi patrón de valoración, reconozco sin tapujos que esta película me gusta, me emociona, me entretiene la hostia, y deja entrever una manera de hacer cine muy particular, muy normalizada para bien... cierto Arte personal. Es decir, a McTiernan. Yo pongo a la altura del betún películas como "Die Hard" (1988), y no digamos sus secuelas. Pero no puedo obviar que entretienen muchísimo. Mr. McTiernan es también el padre de "Predator" (1987), y aunque yo le puse un 4, reconozco que es una película casi de culto, dentro del género.
Yo no sé exactamente que hace McTiernan con la cámara, pero la cuestión es que sus encuadres hablan por sí solos y acompañan solidaria y genialmente a la historia. El realizador estadounidense tiene muy claro y maneja con precisión dónde debemos los espectadores poner la atención, y mientras nos regala un estimulador gospel vikingo, la cámara nos va introduciendo en lo que se avecina en territorio de demonios... estímulo, terror, intrigante desconocimiento... eso me recuerda algo a Hitchcock.
El planteamiento inicial de la historia sí que me recuerda otro cine, el de Peckinpah... doce vikingos, una misión suicida, lucha de poder, etc. Lejos de tratarse de una inspiración o copia de estilo, en todo caso fue Michael Crichton quien usó ese recurso. Para lucha de poder la que llevan a cabo director y escritor/productor... Crichton obsesionado con los beneficios le echa un pulso al director en cuanto a montaje y escenas, y lo gana. El montaje final es del novelista, así como escenas añadidas que tienen por objeto (???) recaudar más. De ese modo, de esa forma tan nefasta, se recortan escenas cuya ausencia dejará inconclusas varias subtramas, y eso sí le hace daño a los ojos y mente del espectador, y, por tanto, a la taquilla. La codicia es lo que tiene.
A pesar de ello, casi todo el film, gracias a los dioses vikingos, lleva el inconfundible sello de John McTiernan.
Me gusta la forma en que Fahdlan (personaje muy original y rico en matices) se adapta a sus nuevos colegas, y me encanta cómo se muestran sus creencias, la del protagonista y la de ese "Grupo Salvaje", y cómo a medida que avanza el film ambas creencias llegan a un mismo punto ideológico y emocional... el Mito cae a favor de la Razón, del Logos. Que sí, que es sobre todo mérito de la historia de Crichton, pero es sobresaliente cómo McTiernan lo plasma en "celuloide". Civilizaciones de todas las épocas se han granjeado fama de terroríficos gracias al desconocimiento, a la leyenda, al boca a boca, y ese aspecto el director lo borda, manteniendo y dosificando el suspense. Nuestro propio terror, el que nos provoca no saber qué va a salir de las tinieblas, nos mantiene pegados a la pantalla, y nos hace empatizar con doce bestias "maleducadas" de costumbres insanas y escatológicas, y con un "moro" culto y refinado. Ese sincretismo religioso y la camaradería que surgirá les infunde, sobre todo al árabe, un valor y un arrojo que casi nos hace saltar del sillón para aplaudir.
Banderas no es un buen actor, lo sabemos, y de entrada no encaja en el personaje de Fahdlan, pero caramba!!! El tío sale airoso de semejante reto, más o menos. Destaco su registro durante la magistral adaptación al universo vikingo. El personaje del líder de los normandos, Bulywif, encarnado por un enorme (tamaño y carisma) Vladimir Kulich, llena constantemente el cuadro, aprovechando una fuerza carismática bestial. El resto, incluidos los extras que hacen de Wendols, están muy acertados en esta epopeya.
Todos ellos logran el objetivo de escenificar perfectamente el terror que sienten pese a su enorme arrojo, y entre todos nos regalan el proceso de catarsis del protagonista, principalmente.
Y maldito novelista que nos ha robado una subtramas de amor, que apenas se dibuja en una breve escena.
Venga vaaaaa.... vamos a decir algo bueno de Crichton (a parte de la novela en sí). Despidió al responsable de la banda sonora - Graeme Revell - para contratar, en una inspiración también de Odín y Thor juntos, a Jerry Goldsmith, cuya música aumenta todo lo citado anteriormente relativo al argumento y a los momentos estelares.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
José Lozano Rueda
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