Resulta muy gracioso. Años y años promoviendo la visualización de las mujeres en el panorama artístico y resulta que cuando una escritora y una directora terminan una obra se convierte en la más misógina del planeta...

Veamos, por las redes se cuenta que: Pretty Woman, Grease, 50 sombras de Gray, La Sirenita, ¡hasta el Padrino! entre muchas otras, son películas "machistas"... Así, sin más. Son machistas. ¿Por qué? Porque sus personajes, "los son", o cometen "actitudes machistas". ¿Qué es machismo, o una actitud machista? Lo que digan las, les, los feministas, feministes y feministos. Pero al margen de eso, ¿de verdad nadie más se da cuenta del peligro de esta tendencia progresoide y abyecta? Y esto obviamente no solo ocurre en el cine. Es la censura, pura y dura vestida de izquierda, totalitarismo travestido y maquillado de feminismo, y lo peor de todo, fundamentada en una escasa y menguante capacidad de abstracción de las personas. Se juzga el contenido de la obra en función de las circunstancias ideológicas y sociales del momento. Se dilapida el significado del guion, el valor de la obra, las actuaciones, la música, la ambientación, TODO, en aras de una dictatorial corriente, hipócrita y falsa llamada "CORRECCIÓN POLÍTICA". Hasta los clásicos Disney, que son metáforas, parábolas y moralejas simples tampoco escapan se escapan del yugo de la censura social.

Si una obra debe juzgarse por cuántos minutos de diálogo tienen los hombres y cuántos las mujeres; cuántos los blancos, cuántos los negros, etc, estamos asistiendo a la decadencia artística y a la perversión de la experiencia estética. Es decir: la creación subordinada al análisis, las "cuotas", los "valores", etc. impuestos por la ideología que convenga. Ah, por si no lo sabían, El Señor de los Anillos es racista y machista.... y obviamente promueve el genocidio y la guerra.

Ahora, es el turno de esta película, 365 (mala, porque lo es), porque resulta que promueve el machismo. De nada sirve cuidar la fotografía, la música, los planos, en fin, "lo poco que tenga", mientras haya un personaje "machista". En esta cinta en cuestión, encontramos a un cuestionable personaje, autoritario, rico, y atractivo que secuestra a una chica, que poco a poco se deja seducir. ¡MADRE MÍA! ¡QUÍTENLA!, PATRIARCADO...! Y las escenas sexuales, que tampoco son tan fáciles de hacer... Nada. Apología de la violación. Un horror. ¡Ah sí, la joya de la corona! ¡Vaya por Dios una felación! (¡en 2020!...) ¡y encima a ella le gusta!... Al menos no se quejarán que el hombre esta vez "no sale desnudo", y que "sólo se desnuda ella"...

Vamos a ver, ¡es una maldita, simple (y vacía) ficción! La película es mala porque es mala, además de inverosímil, plana, etc, pero no porque sea "machista", ni si quiera porque una panda de críticos pusilánimes rendidos a la línea editorial de su periódico lo diga. Es como decir que Scorsesse "promueve el crimen" (y también el machismo) por las obras maestras que todos conocemos porque los personajes "cometen y promueven" actividades ilegales y disfrutan con ello. ¿Alguien recuerda la voz en off de Ray Liotta en Uno de los nuestros? ¿"Disfruta" el protagonista"? Es absurdo que tengamos que llegar a este punto y parece necesario releer en voz alta el significado de CINE, incluso de "OBRA" para los/las censuradores y censuradoras que depositan su bilis en internet según su agenda femiprogre.

Vivimos en una realidad delirante. Al actor Justin Prentice (Bryce, en la serie 13 reasons why) le acosan en redes sociales, y en la vida real llamándole "violador" por su papel en una serie que trata el maltrato y el abuso sexual juvenil. Al actor Jack Gleeson hace años le acosaban por interpretar el papel de rey Jofreey en GOT. Un policía blanco mata a un hombre negro en Nueva York. ¿Resultado? Las estatuas de Colón del país (y de otros países) decapitadas o quemadas... Todo lógico y en orden. ¿Hacia dónde se dirige esta sociedad?