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España España · Un lugar de La Mancha
Voto de CarlosDL:
7
Drama Stevie, un chico de 13 años que vive en el Los Ángeles de los años 90, pasa el verano lidiando con los problemas de su vida doméstica y divirtiéndose con su nuevo grupo de amigos, que ha conocido en una tienda de skate. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan solo un par de minutos son los necesarios para transportarnos completamente a una época concreta, un lugar y entorno determinados, y unas circunstancias específicas. Dicha secuencia llega justo después de descubrir la firma de una de las productoras de cine independiente más importantes del momento (A24), momento en el que la violencia doméstica irrumpe en forma de batalla entre hermanos, con una clara desventaja del pequeño. La abrupta pelea llama tanto la atención como la elección del ratio y el proceso cinematográfico de la cinta; ambos nos hacen retroceder automáticamente un cuarto de siglo gracias al aspecto analógico del negativo en 16mm y al encuadre reducido (1.33:1) tan utilizados en los noventa por el formato televisivo o el mundo del videoclip.

No cabe duda, se trata de un retroceso es instantáneo y solvente, capaz de asentar su naturalidad en la siguiente escena, donde seguiremos a Stevie (Sunny Suljic) hacia el lugar prohibido y, a su vez, templo de admiración: el cuarto de su hermano mayor. Las referencias son incontables, los detalles cuidados, y la selección de artículos que tienen un espacio en el encuadre está estudiada al milímetro. Al fin y al cabo, tras el preludio del drama familiar, presenciamos la descripción del auténtico leitmotiv que guiará este drama coming of age: la exploración de la adolescencia y el moldeo de la personalidad.

Poco a poco, Jonah Hill consigue ensamblar las piezas de un drama sencillo, cercano y amable. Una ópera prima que resulta loable debido a que todos los elementos que la conforman funcionan a la perfección, aunque haya quien pueda echar en falta componentes que no se hayan visto antes. Sin duda, su plato fuerte es contar con un argumento sensato y una narración cinematográfica de manual que domina los tempos, trabaja tras las cámaras en una excelente dirección de actores y se permite el lujo de jugar con montajes tremendamente divertidos en función del arco narrativo. Nadie puede negar el fantástico trabajo en la dirección del polifacético actor.

Existe además un hilo sentimental que fluye en la trastienda del film, en los bajos fondos donde la pandilla de inadaptados que acepta a Stevie suele merodear. Es un sentimiento de recuerdo agradable, quizás con cierto aire auto-biográfico, pero que huye de la nostalgia de bajo coste para tratar de relatar desde un momento concreto, trasladando la acción con confianza, sin necesidad de subrayar lo maravilloso del pasado constantemente. En cierto modo, Hill se alimenta de los creadores de la época como Linklater, Kevin Smith o Larry Clark, a la vez que genera un sentido propio -y fabuloso- heredado de su trayectoria en la comedia stoner y adolescente.

Después de todo, resulta anecdótico que su acertada banda sonora no sea un protagonista más por la cantidad de títulos que se reproducen y la calidad de los mismos. Desde “Dedicated to the One I Love”, hasta Pixies, Nirvana o Morrisey, pasando por GZA o Cypress Hill: ninguna nota musical destaca sobre el elenco de caras desconocidas que forman la pandilla de skaters, pero el conjunto de todas ellas constituye un complemento lírico de lujo, sello de una década y un espacio. Música, relaciones, aficiones, vicios y virtudes… Todo crece entorno al joven protagonista de 13 años buscando su sitio: nosotros simplemente tenemos la suerte de asistir a su reemplazo de tortugas ninja e inocencia por skates, chicas y sus coqueteos con un lado canalla de la vida. Mientras tanto, crece en nosotros la nostalgia que el protagonista de Supersalidos ha sabido contener como realizador, para concluir que los 90’s, quizás sean los nuevos 80’s. Abran paso al cine de una nueva época.

Lo mejor: descubrir en Jonah Hill un narrador al que seguir de cerca.
Lo peor: en su corrección absoluta no llega a descubrir nada que no hayamos visto antes.

CarlosDL - Colaboración en http://redrumcine.com/
CarlosDL
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