Comedia más que aceptable de enredos con unas interpretaciones que tumban los prejuicios que destapa el cine español. Tengo que decir que a mí me ha sorprendido y que la he visto con la mosca detrás de la oreja, aunque no suelo hacer mucho caso de las críticas. Pero sorprendentemente, esta comedia funciona. Las actuaciones de Fele Martínez y de Salomé Jiménez son algo flojas, pero hay otras dignas de destacar: por encima de todas me quedo con Samuel Miró, con un personaje que hace reír y que demuestra que el actor se lo ha pasado de miedo rodando esta película. Otra a destacar, aunque breve, es la de Joaquín Reyes. En medio, hasta Miguel Ángel Muñoz consigue conectar con lo que promete la película. Por lo tanto, y a pesar de tanta crítica negativa, no me queda más que ponerle más que un aprobado.