Tras una primera entrega de tan buena calidad, hay que reconocer que a “Iron Man 2” se le escapa mucho la batuta. Desde un villano risible y cuasi autoparódico, aún jugando con una prometedora trama personal de venganzas familiares, hasta un guión que sólo existe para permitir a Downey Jr. soltar sus chascarrillos acertados y encadenar escena de acción y dinamismo tras otra. La secuela parece más preocupada por convertir una trama más oscura en algo fácilmente tragable y ultra entretenido, y es ahí en donde cuela su mayor fallo. Entretenida, comercial y divertida… pero desaprovechada, decepcionante y la peor de la trilogía.