No se puede despreciar el papel que tuvo ésta película en la historia del cine, fue un antes y después del séptimo arte, es decir, marcó unas pautas a seguir para hacer cine. Pero maldita sea la idea que tuvo el director para relatarnos el nacimiento del Klu Klux Klan, cómo si fueran unos nobles caballeros que iban a rescatar a la civilización blanca y aria de las negras manos de una raza inferior, envidiosa, lividinosa y vengativa.
La intención del director era hacer una película antibelicista, pero al parecer le salió todo un compendio sobre el racismo puro y duro, con su tópicos y profundos prejuicios raciales sobre los negros y mulatos.
Me ha costado bastante valorar este filme, que contiene ciertas escenas de una gran calidad técnica y narrativa, pero al que le pesan sus 3 horas de metraje ( aunque me resultó más llevadera que Avaricia ) y sobre todo le pesa y mucho su mensaje claramente racista, que provoca verguenza ajena.