Nunca he comprendido las críticas al cine de David O. Russell, un gran director de actores que utiliza muy bien la cámara, la música y que convierte buenas historias en muy interesantes. Un facturador de buenos films. Al menos no entiendo las críticas más allá de una animadversión casi envidiosa por el cúmulo de nominaciones que su cine ha ido obteniendo con el paso de los años (25 nominaciones al Oscar con sus tres últimos films sin incluir ‘Joy’, film que este jueves quizás engrose dicha cifra). Y es que notables me parecen ‘Tres reyes’ (99), ‘The Fighter’ (2010), ‘El lado bueno de las cosas’ (2012) o ‘La gran estafa americana’ (2013). Dicho esto y tras ser ubicado por ustedes como espectador y crítico hablaré de ‘Joy’, su último trabajo.

Empeñado en utilizar gran parte del cast de los últimos años –Lawrence, De Niro y Cooper–, David O. Russell nos muestra el drama de superación de una joven inventora a la que todo el universo se le pondrá en su contra en su intento por lanzar un productor nuevo, útil y vendible. El film se basa en la historia real de Joy Mangano y pretende ser un film reivindicativo hacia la mujer y su potencial como ideóloga y creadora, algo que sin embargo no emerge con potencia, un discurso que en esencia que muy difuminado con el paso de los minutos a pesar de las situaciones que potencien lo contrario. La película combina el drama al más puro estilo culebrón familiar con la comedia disparatada de situación y que proporcionan las rocambolescas –y por lo visto verídicas– situaciones que se nos plantean. Esa combinación de tonos, ese salto del drama a la comedia sin preaviso quizás le juegue una mala pasada y haga que no termine de funcionar ni lo uno ni lo otro. Eso, junto a la ligereza de la historia y lo tibio de un guion más flojo de lo habitual, provoca que la empatía, la afinidad o incluso el sentimiento del relato queden francamente erosionados desde los primeros minutos.

‘Joy’ destaca fundamentalmente por dos cosas. Una por encima de la otra. La menor, nada trivial y que da muestras de su acierto como realizador radica en su montaje y realización: una notable utilización del flashback y una meritoria composición de escenas con vida propia (las construcciones de papel, el baile conociendo a quien sería su marido…), que no hacen sino reforzar mi teoría de buen artesano y conocedor de los resortes técnicos más efectivos. El otro elemento destacado, el que más, está en la interpretación de Jennifer Lawrence. Una actriz singular, remarcable, que hace que todo a su alrededor gire, cambie, que las miradas pasen por ella, por su belleza y por su extraordinaria habilidad interpretativa. Una actriz que permite hacer suyos personajes en edades tempranas –adolescentes– o más adultas, encajándolos en su ser como el pie de Cenicienta en su zapato. Llora, ríe, baila, muestra fiereza, ternura, endeblez…Todo desde la más racial de sus características.

Una actriz, una interpretación que soporta casi la totalidad del film con su presencia. El sindicato de periodistas extranjeros de los Estados Unidos así lo entendió y le otorgó un sorprendente –por número de galardones en una actriz tan joven– pero merecido Globo de Oro a mejor actriz de comedia/musical.
El resto del reparto está bien. Desde Robert de Niro, pasando por Bradley Cooper –en un papel menor–, Isabella Rossellini, Edgar Ramírez o Virginia Madsen, y descubriendo en el largometraje de primera fila a Dascha Polanco, actriz hispana reconocible por su papel en ‘Orange is the new black’ y que aquí interpreta a la amiga hispana de Joy.

A pesar de lo mencionado, la película arrastra déficits de tono, ritmo y de guion, provocando tramos de desconexión y aburrimiento, dando muestras de una irregularidad desconocida en los últimos años y que provocan que ‘Joy’ sólo sea recordada como una película donde Jennifer Lawrence vuelve a dar una clase de interpretación a tan temprana edad. La sátira, el melodrama y la redención no sirven como tabla de salvación de un film mediocre.

Lo mejor: Jennifer Lawrence
Lo peor: La irregularidad.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 6,5
Interpretación: 7
Dirección: 5
Guion: 4
Satisfacción: 5
NOTA FINAL: 5,5

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