Haz click aquí para copiar la URL
Polonia Polonia · Terrassa
Voto de Taylor:
9
Drama En 1916. Bill y Abby, una joven pareja, deciden abandonar la pobreza y la dura vida de Chicago. Acompañados de Linda, la hermana de Bill, viajan hacia los grandes campos de trigo de Tejas, donde encuentran trabajo como braceros en una granja. Recogida la cosecha, el joven y apuesto patrón, al que hacen creer que los tres son hermanos, les pide que se queden porque se ha enamorado de Abby. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2011
39 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obviamente, no descubro nada al afirmar que “Días del cielo” es, ante todo, un regalo para los sentidos. Un festín sensorial. O como ya se ha dicho por ahí, un orgasmo visual. En parte, por la cuidadísima dirección de Malick y, en parte también, por la sublime fotografía de Néstor Almendros. Pero “Días del cielo”, por descontado, no es sólo eso. “Días del cielo” es, a mi juicio, una de esas pelis que cala hondo —y muy hondo— gracias a su atmósfera. Una peculiar atmósfera entre melancólica y tristona que le imbuye un extraordinario lirismo a todo el film y que —si no eres excesivamente palurdo— acaba, inevitablemente, por fascinarte. Por hipnotizarte. Por llevarte al huerto, vaya.

El problema radica en que no todo el mundo está dispuesto a dejarse llevar por los sentidos. Sobre todo si es a base de hermosos atardeceres o pintorescos trigales. Un cinéfilo como Dios manda debe ser un tipo duro, amigos, y eso de emocionarse con elementos tan escandalosamente romanticones como los que acabo de citar es algo del todo inaceptable. Por suerte o por desgracia, sin embargo, el que esto suscribe no es un cinéfilo como Dios manda. Y si debo reconocer que los atardeceres y los trigales me molan, lo hago. Y punto.

Otra cosa muy diferente, por supuesto, es no percatarse que la historia es sencillita y que los personajes también lo son. Pero esta vez, francamente, me importa un pimiento. Está Malick, está Almendros y está —como no— el grandísimo Morricone, con una banda sonora absolutamente excepcional. Y yo, a todo esto, lo llamo cine.
Taylor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow