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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
8
Thriller. Western. Drama. Acción Toby (Chris Pine), un joven padre divorciado, y su impulsivo hermano Tanner (Ben Foster), un expresidiario recién salido de la cárcel, se dirigen al Oeste de Texas para realizar una serie de robos en unas pocas sucursales bancarias. El objetivo de Toby es intentar poder conseguir el dinero suficiente como para poder salvar la granja familiar, que está en peligro. Nada más cometer el primer robo, un veterano Ranger de Texas (Jeff ... [+]
29 de agosto de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras vivir una época dorada a lo largo de la primera mitad del siglo pasado, el western entendido como «las pelis de indios y vaqueros» entró en un progresivo declive debido a múltiples causas de diversa naturaleza. En el plano social, los tiempos y muchas cosas dejan de estar de moda simplemente porque sí, por ser vistas como un vestigio del pasado del que hay que renegar para sentirse a la moda o en la onda. También es posible que coincidiera con una corriente revisionista y concienciadora de que la colonización, la conquista del Oeste y las relaciones entre los nativos americanos y el hombre blanco no fue todo lo idílica o ejemplar que establecía la corriente de pensamiento dominante hasta el momento. En el plano cinematográfico las tramas y personajes empezaban a ser repetitivos y el público demandaba una visión del Oeste más moderna.

Así que el género vivió una travesía en el desierto con escasas producciones, generalmente prescindibles, sin que nadie fuese capaz de dar con la tecla para una película que convenciese a crítica y público. Yo creo (y es una opinión puramente subjetiva) que ese momento llegó con el “Sin Perdón” de Clint Eastwood, que llevaba a la pantalla una visión realista y sucia del Oeste, con personajes imperfectos y tramposos, que echaba por tierra la visión idealizada de ese mundo y esa época. Posteriormente, productos como “Deadwood” llevaron ese concepto a su máximo exponente, aunque hubo quien apostó por otras vías. En algunos casos se extrajo la esencia del western (hombre de valores intachables se enfrenta en solitario a malvados o corruptos o busca despertar a sus conciudadanos con su ejemplo) y se implantó en toda clase de ambientes, desde ciudades de la actualidad (westerns urbanos) hasta el espacio (westerns espaciales). En otros casos se buscaron enfoques alternativos que introdujeran conceptos actuales, como la inmigración o el respeto por el medio ambiente, en parajes desérticos de la frontera EEUU-México. Pero el género, en su mayor parte, ha seguido la línea de aplicar técnicas cinematográficas de hoy en día para modernizar las tramas de siempre, ambientadas en la época de los cowboys, muchas veces con puntos de vista femeninos o indígenas y más centrados en mostrar la forma, lo duro y miserable de la vida en la frontera, que en el fondo, en contar algo novedoso.

Por eso, se puede decir que “Comanchería” es uno de los pocos westerns modernos que pueden considerarse realmente como tal. Aprovechando que un muchos estados de EEUU que tienen frontera con su vecino del Sur parece no haber pasado el tiempo, David Mackenzie en la dirección y Taylor Sheridan como guionista, plantean una película de bandidos, atracos a bancos, US Marshalls, reservas indias y persecuciones por las praderas con todo el sabor y la esencia del género tradicional, pero adaptado a los tiempos modernos, con gafas de sol, casinos de carretera, modernas furgonetas y armas automáticas. “Comanchería” utiliza eficazmente la inmensidad del sur de EEUU y coreografía con inteligencia los tiroteos con armas modernas para dar credibilidad a su argumento de dos hermanos atracadores que logran escapar sucesivamente de enfrentamientos con la milicia que, en el cine clásico, se resolvían con balas mágicas que acertaban siempre o nunca, dependiendo de quién las disparase.

El desarrollo es sorprendentemente espectacular y convincente, capaz de presentar de manera creíble una serie de atracos y tiroteos en una época en la que solemos pensar que el GPS e internet hacen imposible que unos delicuentes puedan recorrer cuatro estados sin ser interceptados por FBI, CIA y demás. También ayuda un reparto tan competente como atractivo, que resuelve sin problemas escenas con diálogos de corte personal e introspectivo que el género tradicional solía omitir. Y una factura realmente brillante que ofrece una visión del Sur de EEUU que muchos no imaginábamos, con ranchos, polvorientas ciudades con todas las comodidades modernas, pero en las que parece que se ha parado el tiempo en muchos aspectos y vastas extensiones de naturaleza virgen con toda clase de paisajes.

Muchas virtudes y puede que algún defecto pero, para mí, lo mejor es que honra al género con un western a la altura de los grandes.
OsitoF
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