Lo normal es que una película plana, sin chispa, sin actores dignos de tal nombre, predecible, previsible, sin interés a partir de la media hora, que da más lástima que terror, con efectos de quinta categoría, etc, etc… acabase irremediablemente en el saco de los truños, que es lo que haría cualquier crítico imparcial.

Pero claro, una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo y, lo siento mucho, aunque a veces se me llene la boca hablando de objetividad, no puedo dejar de valorar los muchos puntos a favor de “Jennifer’s Body” como el hecho de que Megan Fox aparezca en bragas y calentadores, que Megan Fox se pase la película diciendo guarradas como “cómeme la almeja”, que Megan Fox se abra la camisa y enseñe el canalillo completo, que Megan Fox se agache y enseñe la hucha… en fin, todo un cúmulo de virtudes que sería inhumano no tener en consideración para darle ese puntillo adicional que le ahorre el calificativo de truño.

¿Es injusto que “Jennifer’s Body” se lleve un punto de más por sacar a una tía enseñando cacho? No , nada más lejos de la realidad: se lleva el punto de más por sacar a MEGAN FOX enseñando cacho. Que conste que a mí la chica (aun reconociendo que es mona, que no soy ciego) no me termina de poner, pero Armani, Michael Bay y 2.500 millones de tíos por todo el mundo no pueden estar equivocados. Con todo, puedo ser duro pero soy justo y si la ministra de cultura o Julio Médem me llaman para protestar las notas de “Mentiras y Gordas” y “Caótica Ana”, estoy dispuesto a darles ese punto extra por no escatimar teta y culos en sus obras.

Ahora en serio, no perdáis el tiempo con esta cosa (ni paguéis por ella, por Dios). No os dejeis engañar si ois cosas como que "es una revisión del cine de terror adolescente" o "una aproximación irónica a los clásicos de serie B". La película tiene unos quince primeros minutos interesantes, otros veinte minutos que mantienen la intriga y una larguísima e insustancial hora final que se hace eterna (con y sin Megan). El final sería denunciable por plagio por otras quinientas películas que comparten desenlace y lo peor es que encima es una patochada.