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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Ciencia ficción. Acción Año 2028. La compañía multinacional OmniCorp domina la tecnología robótica. Sus robots han ganado todo tipo de guerras fuera de los Estados Unidos y ahora quieren probarlos dentro del país. Por su parte, Alex Murphy, un policía de Detroit, trata de acabar con la ola de crímenes que arrasa la ciudad. Cuando Alex resulta gravemente herido en acto de servicio, OmniCorp utiliza sus conocimientos de ciencia robótica para salvarlo y también ... [+]
16 de septiembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy la cosa va de revisiones, remasterizaciones, reboots o como queramos llamar al concepto artístico de coger una película (generalmente exitosa) del pasado y hacer una versión (que no llegue a la categoría de remake), normalmente aprovechando los avances técnicos para darle un toque más moderno y realista. No nos engañemos, la apuesta es arriesgada. Muy, muy arriesgada. Tanto más arriesgada cuanto más buena es la película origen. Son pocos los casos de éxito donde la actualización ha sido respetuosa, ha hecho pasar un buen rato, ha estado a la altura y, a la vez, ha aportado algo, lo que sea, que haya justificado su visionado más allá de que te cuenten lo mismo con los actores de moda o con mejores efectos especiales.

“Robocop*” (pongo el asterisco para referirme a la versión moderna) lo tiene complicado, muy complicado. No es que elija un clásico exitoso, es que va directamente a por una película mítica de la ciencia-ficción. La película que más veces habré visto junto con “Depredador”. Una película que me pasaron pirateada en VHS y tuve que tirar la cinta de lo desgastada que terminó. Una película, sencillamente perfecta, de cuando Verhoeven estaba en gracia y encadenaba un éxito tras otro hasta que se le fue la olla y empezó a hacer cosas raras.

Sorprendentemente, no tengo la sensación de que “Robocop*” haya ido a por todas. No parece hecha con la intención de superar a la original, contando lo mismo pero mejor, haciéndola más entretenida con mejores efectos, con más acción o con más de todo. Es como si simplemente quisiera contar lo mismo, pero de otra forma apostando por la sobriedad donde Verhoeven apostó por el exceso, por el realismo donde “Robocop” apostó por el espectáculo, por la base tecnológica donde la original dejaba las cosas a la imaginación. Una propuesta, en definitiva, más en el terreno de la ciencia que en el de la ficción. Como si quisiera Bournizar a Robocop, obviamente no haciéndolo más humano, sino más creíble, como un cyborg que mañana pudiese salir en las noticias de “Antena 3” como el nuevo fichaje de la policía.

Pues qué queréis que os diga. Ese planteamiento me dejó decepcionado por un lado (una parte de mí esperaba un intento de superar a Verhoeven) y me produjo alivio por otro (jamás pensé que nadie tuviera una oportunidad de hacer una versión digna). Así que hablar de “Robocop*” es hablar de algo totalmente diferente de “Robocop” y nos podemos ahorrar las comparaciones odiosas. Por lo que a ella respecta, “Robocop*” cumple con las expectativas que se marca. La elección de José Padilha en la dirección es muy inteligente habida cuenta de que es uno de de los pocos realizadores especialistas en el cine de acción que a la vez es respetado por los profesionales de la crítica. Además, la suya es precisamente el tipo de acción realista que busca la película, de coreografías medidas para evitar esas situaciones en que los malos fallan disparos a quemarropa y el bueno acierta disparando a ciegas. Donde ves que los disparos tienen retroceso y las ráfagas, dispersión. Donde no todos los disparos dan en el blanco y los que fallan provocan destrozos (no se desvanecen en el aire).

En el reparto, el gran fichaje es Michael Keaton como villano, la clase hecha actor, el hombre capaz de meterse en cualquier papel. Como de costumbre, lo borda y te dan ganas de que se salga con la suya. Para Robocop, la elección es inteligente, un Joel Kinnaman capaz de la expresividad inexpresiva que necesita el personaje. También aparecen otros conocidos como Abbie Cornish y Samuel L. Jackson, pero son poco trascendentes. El presupuesto no falta, pero no se despilfarra en orgías de efectos digitales y violencia, sino en generar un ambiente tecnológico, como de un futuro no muy lejano, en el que la existencia de un Robocop no parezca descabellada sino lo más normal del mundo. No hay concesiones al humor y se refuerza la parte de thriller policíaco, con Robocop investigando como un policía más, antes de llevar a cabo su venganza.

“Robocop*” no es lo que me esperaba. Sorprende dentro de su discreción, de su seriedad. Es una buena película, buena y entretenida y que hubiera funcionado igual de bien (o mejor) cambiando a Robocop por cualquier otro elemento, humano o cyborg por eso tengo la sensación de que, como versión, era innecesaria.
OsitoF
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