Hay veces que a los genios se les reconoce por obras, entre comillas, ‘menores’. Por productos o creaciones que, realizados sin aparente esfuerzo, por pura rutina, estarían por encima y fuera del alcance de sus adversarios o representarían el máximo de competencia que estos están en disposición de ofrecer. “Monstruos University”, la precuela de “Monstruos S.A.”, uno de los clásicos Pixar, ofrece una película de gran nivel técnico con una vistosa y fluida animación y un diseño artístico de mucho trabajo para conseguir variedad en la apariencia monstruos, complejidad en sus personalidades y diversidad en cuanto a sus propiedades. Igualmente, para ser una obra sin excesivas pretensiones, tampoco se ahorra multitud de trabajadas localizaciones, trepidantes secuencias con muchos objetos moviéndose simultáneamente o escenas que involucran a muchos personajes evolucionando en pantalla todos a la vez.

Pero más allá de las simple excelencia técnica, su guion ofrece una trama bastante sólida, entretenida y con efectivos golpes de humor. “Monstruos University” es una buena película de animación, como mínimo un par de puntos superior a la media, a la que casi todas las críticas que se le pueden hacer son por comparación con los grandes títulos de Pixar o por esperar siempre la excelencia por parte de Pixar y no aceptar que de vez en cuando hay que pagar facturas y hacer películas de coste ‘reducido’ que aseguren rápidamente un elevado retorno de la inversión. ¿Dónde se ha metido la tijera de la calidad? ¿Qué no vamos a encontrar de las cosas a las que nos tienen acostumbrados? Pues en el plano emocional, “Monstruos University” tiene un desarrollo más lineal, más directo que no remueve (ni lo pretende) conciencias, ni nos toca la fibra, ni nos hace aflorar recuerdos y sensaciones que llevaban ocultas largo tiempo en nuestra psique. Es, sencillamente, una película de consumo rápido, de usar y tirar, que nos proporciona hora y media de diversión sin dejarnos la cabeza caliente dos semanas. Tampoco junta varias tramas que se van solapando y convergiendo en un final espectacular ni planta semillas de sorpresa que explotan en el clímax.

Pero insisto, no hay que valorar la película por lo que no trae, lo que deja de traer o lo que podría haber traído. No se puede exigir a Pixar que sólo haga obras maestras, simplemente que entregue cosas decentes hechas con buena intención. Y esta “Monstruos University”, lo es. Divertida, entretenida y se puede ver varias veces sin resultar cargante, lo cual es importante en el cine orientado a públicos de corta edad.