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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Comedia. Acción Un multimillonario sin escrúpulos (Alan Alda) ha estafado a sus empleados dejándolos sin blanca. Éstos, encabezados por el gerente del edificio (Ben Stiller) en el que vive, deciden vengarse atracando su vivienda, un apartamento de lujo situado en el ático de uno de los rascacielos de la ciudad. (FILMAFFINITY)
24 de enero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente los más jóvenes no se acordarán, pero hubo un tiempo en el que las comedias eran películas normales, con su argumento, su principio, su nudo y su desenlace, que además trataban de hacer reír introduciendo situaciones graciosas o diálogos ingeniosos en los lugares apropiados. Luego llegaron los Farrelly y cambiaron el paradigma con películas donde el humor era lo importante y el argumento era simplemente una excusa, un hilo conductor, con el que ir de un gag a otro, pero hasta cierto punto se se mantenían las formas. Como era de esperar, no pasó mucho tiempo antes de que la cosa degenerara hasta convertir en género en sucesiones de gags groseros y sketches gamberros - muchas veces muy graciosos, hay que reconocerlo - que se ubican en esa difusa frontera entre el cine y los shows humorísticos.

Por eso, en cierto modo, encontrarnos películas en pleno 2011 como esta “Un golpe de altura” supone un soplo de aire fresco de clase y buen gusto. Reúne a un elenco de actores de verdad y, además, dotados para la comedia en una película de verdad que quizá no arranque carcajadas, pero deja buen sabor de boca. Ben Stiller, Matthew Broderick, Eddie Murphy, Casey Affleck… todos ellos están o han estado cualificados en algún momento de sus vidas profesionales para protagonizar películas de gran calado y aquí, ya en una etapa - en general - más crepuscular, saben encontrar su sitio como secundarios o coprotagonistas en una obra coral y colaborar para llevar a buen puerto una película de robos donde predomina el humor sin renunciar a la intriga y a la tensión. Cada uno con su estilo propio, haciendo lo que mejor se le da, que si el humor gestual, que si el corporal, que si el sarcasmo… “Un golpe de altura” trata al espectador con respeto e inteligencia y le involucra en la trama, sumergiéndole en las aventuras de un grupo de empleados de un edificio estafados por un especulador - Alan Alda, casi nada - al que tratan de hacerle pagar con su propia medicina. No es “Ocean’s Eleven”, la acción es más simple y el humor es de baja intensidad, pero las peripecias de los delincuentes aficionados se viven con agrado y simpatía porque la dirección consigue crear un buen ambiente del que cuesta no querer sentirse parte.

Humilde, sencilla y honesta, pero bien rodada, transmite que todos los miembros del equipo han trabajado con pasión y buen rollo, dando el 120% por algo en lo que creían. Muy regular, sin altibajos, lo suyo es atraer sonrisas y dejar buen cuerpo, más que dejar un par de puntazos para la historia. No devolvió el esplendor al género, pero supuso una lección de estilo y nos hizo recordar los buenos tiempos de la comedia.
OsitoF
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