En una escala de cinematografía vampírica, siendo un 9 "Entrevista con el vampiro" y siendo un 1 "Brácula", este "El sicario de Dios" vendría siendo una especie de 7. Realmente sería un 6,5 porque le falta un plus de calidad para el notable, pero como no se admiten decimales el regusto positivo que me ha dejado inclina la balanza hacia arriba.

"El sicario de Dios" se aleja tanto de los tópicos tradicionales de ataúdes y ajos como de los más recientes estereotipos de elegantes tecno-chupópteros metrosexuales que viven a todo lujo en el centro de grandes urbes. Si se me apura, salvando las distancias, diría que es una "Centauros del Desierto" vampìrica: el héroe atormentado que ha renunciado al amor para pelear en su causa, los peligros de vivir en la frontera, el rastreo por el desierto buscando al último miembro de la familia, la pelea contra el reloj para evitar que la niña pierda sus raìces, en fin, demasiadas casualidades... ¿homenaje con buenas intenciones? ¿inspiración? ¿oportunista plagio de un clásico? Bueno, que cada cual decida, a mí me gusta pensar que esta hecha desde la honestidad y que el resultado es más que decente.

La ambientación es original e imaginativa (cuesta creer que se pueda mezclar cruzadas, Iglesia y vaqueros sin caer en el más sonoro de los ridículos) y la puesta en escena es atractiva y espectacular. Tampoco desentonan los roles de los diferentes protagonistas: salvajes y superpoderosos vampiros, devotos y místicos cruzados, dogmáticos eclesiásticos y sumisos ciudadanos en un futuro de tintes totalitarios. Las escenas de acción y los efectos visuales merecen la pena, son simples pero creíbles e inmersivas... su único defecto es que no hubiese pasado nada por haber incluido unas cuantas más.

Nuevamente Paul Bettany hace de inexpresivo sin sentimientos con vinculaciones religiosas (¿quién dijo encasillarse?), pero imposible no meterse en su piel a matar vampiros. Un personaje simple pero sólido y atractivo en una película simple etc, etc... que se deja ver con interés.