Media votos
5,3
Votos
2.096
Críticas
2.096
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de OsitoF:
3
21 de marzo de 2020
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Bajo la rosa” hubiera funcionado mejor como obra teatral de lo que funciona como película. Su propuesta es potente -un desconocido dice haber secuestrado a la hija pequeña de una familia acomodada y la liberará sólo si uno de ellos accede a confesar un terrible secreto y pagar por ello- pero artificioso y forzado, justo la clase de cosas que aceptamos ver en un escenario teatral, pero chirría en una película. Igualmente, una ubicación espacial reducida a prácticamente una habitación y una ubicación temporal reducida a un par de horas que transcurren en tiempo real tratan de crear una atmósfera opresiva y claustrofóbica, pero se hacen escasas para algo que se supone una película. No hay efectos sonoros como tales ni visuales, la factura es simple y directa. Las interpretaciones son correctas, algunas más maduras que otras, algunas más sobreactuadas que otras, pero correcta.
Nunca me han convencido estas obras de teatro con formato película y “Bajo la rosa” no es una excepción. Ya he dicho que su argumento era forzado y artificioso, con la venganza, el castigo y la culpa como ejes narrativos y la violencia como reclamo para despertar al espectador entre tanto tedio, una violencia gratuita, efectista, más un fin en sí misma que un medio para contar algo. No pude dejar de pensar en Park Chan-wook y su trilogía de la venganza, que se enmarcan en una temática similar pero con un desarrollo más cinematográfico, más enrevesado, más sorpresas y más violencia, pero integrada y justificada. Josué Ramo está aún bastante lejos de hacer algo parecido.
Nunca me han convencido estas obras de teatro con formato película y “Bajo la rosa” no es una excepción. Ya he dicho que su argumento era forzado y artificioso, con la venganza, el castigo y la culpa como ejes narrativos y la violencia como reclamo para despertar al espectador entre tanto tedio, una violencia gratuita, efectista, más un fin en sí misma que un medio para contar algo. No pude dejar de pensar en Park Chan-wook y su trilogía de la venganza, que se enmarcan en una temática similar pero con un desarrollo más cinematográfico, más enrevesado, más sorpresas y más violencia, pero integrada y justificada. Josué Ramo está aún bastante lejos de hacer algo parecido.