Para los que tenemos curiosidad sobre la crisis económica de 2008 y queremos ir más allá de los topicazos acerca de lo malos que son los bancos y lo inocentes que eran las personas que perdieron sus ahorros, hay una película que aborda directamente el meollo de la cuestión -las obligaciones colateralizadas de deuda o CDO- que es “La gran apuesta”. Protagonizada por buenos actores, la película intenta escenificar cómo se derrumbó sistema financiero y dedica buena parte del metraje a explicar el tema para no expertos sin perder el ritmo ni convertirse en un documental o en un curso. Desgraciadamente, aun parando y retrocediendo unas cuantas veces, sin amplios fundamentos económico-financieros, no todo termina quedando cien por cien claro.

También había visto otra película, “Too big to fail”, en la que conocidos actores dramatizan la caída de Lehman Brothers, el papel del Gobierno y como otras grandes financieras y bancos de inversión fueron salvados de la quiebra mediante chanchullos y subvenciones públicas. La película ayuda a poner cara a los principales protagonistas de aquel momento histórico y a hacerse una idea de la dimensión del problema, sus consecuencias, quien hizo qué y por qué. Con una estética parecida a “El Ala Oeste de la Casa Blanca”, la película se deja ver de manera amena y cuenta las cosas de una manera comprensible. Su principal inconveniente es que deja un regusto a corrección política, a no entrar en polémicas y a sacar la mejor cara de los personajes involucrados. De hecho, la moraleja podría ser “se hizo lo que se pudo y, a pesar de las consecuencias, gracias a los sabios del Gobierno USA, se evitó un mal myor”.

Pues ahora ha llegado a mí la película que completa el ciclo: “The Inside Job”. Narrada por Matt Damon, es realmente es un documental que cuenta en cinco pasos el origen, desarrollo y consecuencias de la Crisis, explicando los CDO con unos gráficos y un tiempo que “La gran apuesta” no puede dedicar y contando lo mismo “Too big to fail”, pero con la perspectiva completa. Aquí no solo vemos la versión oficial de quién hizo qué sino el reverso oscuro de quién no hizo qué o quién, sorprendentemente, salió beneficiado con algunas decisiones. Ver las tres películas me parece necesario para entender qué pasó, cómo se llegó a ese extremo y quién ganó y quién perdió. Y todo de una manera compresible, amena (no se hace en absoluto largo a pesar de lo farragoso de los conceptos) y sin demasiada moralina demagógica acerca de lo malo que es el capitalismo, sólo exponiendo los hechos.