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Voto de punygoddess:
9
6,8
6.224
Serie de TV. Intriga. Drama
Miniserie de TV (2018). 9 episodios. En 1997 el famoso diseñador de moda Gianni Versace era acribillado a tiros a las puertas de su mansión de Miami. Esta nueva temporada de ACS narra tanto momentos claves en la vida del modisto italiano como, sobre todo, el periplo criminal de su asesino, el joven arribista Andrew Cunanan, un gay obsesionado con la apariencia y el dinero que había matado a cinco personas ese año antes de asesinar a su ... [+]
29 de julio de 2018
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
…y la homofobia mató a Versace.
Al contrario de lo que el título sugiere ''El asesinato de Gianni Versace'' no va de Gianni Versace. La serie en cambio narra por medio de flashbacks y en sentido inverso los días, meses y años previos al último asesinato cometido por Andrew Cunanan. Esta decisión de contar la historia al revés es arriesgada y al principio puede resultar enrevesada, pero si se aguanta hasta el final uno se da cuenta de que es sin duda un acierto.
Hay que subrayar su esfuerzo en todo momento por contextualizar con sumo detalle el entorno en el que ocurrieron los hechos. Para los que todavía no habíamos nacido en esa época nos sorprende ver cuanto han cambiado las cosas en tan relativamente poco tiempo. Nosotros, que vemos como cada año hasta las vertientes más conservadoras se van subiendo literalmente al carro del Orgullo, nos cuesta comprender lo difícil que podría ser en aquella época para alguien famoso e influyente hablar sobre su sexualidad en un medio gay, por ejemplo.
Con la sombra del sida siempre presente, aunque no se nombre, la serie se mueve por distintos sectores de la sociedad americana de finales de los 90 entre los que Cunanan deambuló, poderosos unos y humildes otros y ninguno inmune a la ignorancia y los prejuicios.
No creo sin embargo que se pretenda en ningún momento justificar al asesino, argumentando que ''la sociedad lo hizo así''. Cunanan era un psicópata en toda regla y probablemente lo hubiera sido en cualquier otro contexto. Sin embargo, una vez vista su historia no podemos quitarnos de la cabeza esa vocecilla que nos hace preguntarnos cuántos ''Versaces'' seguirían entre nosotros ahora si la homofobia no hubiera acabado con ellos.
Impecable desde el punto de vista técnico, sobresale en dos aspectos fundamentales. Por un lado, el diseño de producción y la minuciosidad con la que se recrea la estética de los noventa. Mención especial aquí a la banda sonora que es un aliciente en todo momento y a veces hasta deja momentos memorables.
Por otro, destacan las interpretaciones. Empezando por Ricky Martin, su actuación, sin ser de lo más espectacular, tampoco molesta y los momentos que comparte con Édgar Ramírez son verdaderamente emocionantes.
Penélope Cruz, que nunca ha sido santo de mi devoción, he de reconocer que está grandiosa y las líneas que tiene saben a poco. La buena relación que mantiene con la Donatella Versace real puede ser un reclamo para darle una oportunidad a la serie para aquellos que son reacios a ella por la no muy buena acogida que ha tenido entre la familia del diseñador.
Édgar Ramírez que interpreta al propio Versace ha sido sin duda el gran descubrimiento. Elegante y lleno de serenidad y pasión al mismo tiempo. Atractivo hasta con entradas y canas (magnífico el trabajo de caracterización).
Y, por último, pero no menos importante, una verdadera ovación a Darren Criss. Tenía su oportunidad de brillar y no la ha desperdiciado. Ya sea bailando, desinhibido y terrorífico o expresando toda clase de las más complejas emociones que pueden pasar por el rostro de un psicópata, su actuación es sin duda una de las mas admirables de los últimos años y se merece todo el reconocimiento posible en la temporada de premios.
Al contrario de lo que el título sugiere ''El asesinato de Gianni Versace'' no va de Gianni Versace. La serie en cambio narra por medio de flashbacks y en sentido inverso los días, meses y años previos al último asesinato cometido por Andrew Cunanan. Esta decisión de contar la historia al revés es arriesgada y al principio puede resultar enrevesada, pero si se aguanta hasta el final uno se da cuenta de que es sin duda un acierto.
Hay que subrayar su esfuerzo en todo momento por contextualizar con sumo detalle el entorno en el que ocurrieron los hechos. Para los que todavía no habíamos nacido en esa época nos sorprende ver cuanto han cambiado las cosas en tan relativamente poco tiempo. Nosotros, que vemos como cada año hasta las vertientes más conservadoras se van subiendo literalmente al carro del Orgullo, nos cuesta comprender lo difícil que podría ser en aquella época para alguien famoso e influyente hablar sobre su sexualidad en un medio gay, por ejemplo.
Con la sombra del sida siempre presente, aunque no se nombre, la serie se mueve por distintos sectores de la sociedad americana de finales de los 90 entre los que Cunanan deambuló, poderosos unos y humildes otros y ninguno inmune a la ignorancia y los prejuicios.
No creo sin embargo que se pretenda en ningún momento justificar al asesino, argumentando que ''la sociedad lo hizo así''. Cunanan era un psicópata en toda regla y probablemente lo hubiera sido en cualquier otro contexto. Sin embargo, una vez vista su historia no podemos quitarnos de la cabeza esa vocecilla que nos hace preguntarnos cuántos ''Versaces'' seguirían entre nosotros ahora si la homofobia no hubiera acabado con ellos.
Impecable desde el punto de vista técnico, sobresale en dos aspectos fundamentales. Por un lado, el diseño de producción y la minuciosidad con la que se recrea la estética de los noventa. Mención especial aquí a la banda sonora que es un aliciente en todo momento y a veces hasta deja momentos memorables.
Por otro, destacan las interpretaciones. Empezando por Ricky Martin, su actuación, sin ser de lo más espectacular, tampoco molesta y los momentos que comparte con Édgar Ramírez son verdaderamente emocionantes.
Penélope Cruz, que nunca ha sido santo de mi devoción, he de reconocer que está grandiosa y las líneas que tiene saben a poco. La buena relación que mantiene con la Donatella Versace real puede ser un reclamo para darle una oportunidad a la serie para aquellos que son reacios a ella por la no muy buena acogida que ha tenido entre la familia del diseñador.
Édgar Ramírez que interpreta al propio Versace ha sido sin duda el gran descubrimiento. Elegante y lleno de serenidad y pasión al mismo tiempo. Atractivo hasta con entradas y canas (magnífico el trabajo de caracterización).
Y, por último, pero no menos importante, una verdadera ovación a Darren Criss. Tenía su oportunidad de brillar y no la ha desperdiciado. Ya sea bailando, desinhibido y terrorífico o expresando toda clase de las más complejas emociones que pueden pasar por el rostro de un psicópata, su actuación es sin duda una de las mas admirables de los últimos años y se merece todo el reconocimiento posible en la temporada de premios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Escenas favoritas
-Antonio le pide matrimonio al diseñador en la piscina. Sensual y emocionante a más no poder.
-Cunanan llega a la fiesta luciendo un mono de cuero rojo. ¿Quién puede resistirse a un momento así?
-La conversación de Andrew y David en el hotel en la que David le cuenta la historia de la chica a la que hacían bulling. Gracias a la expresividad de Criss, se puede ver el amor demencial y la obsesión nacer en su rostro. Escalofriante.
-Antonio le pide matrimonio al diseñador en la piscina. Sensual y emocionante a más no poder.
-Cunanan llega a la fiesta luciendo un mono de cuero rojo. ¿Quién puede resistirse a un momento así?
-La conversación de Andrew y David en el hotel en la que David le cuenta la historia de la chica a la que hacían bulling. Gracias a la expresividad de Criss, se puede ver el amor demencial y la obsesión nacer en su rostro. Escalofriante.