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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
5
Comedia Una boda de lujo en un castillo francés del siglo XVIII se les va de las manos a sus responsables. El principal encargado es Max (Jean-Pierre Bacri) un organizador de bodas que en esta ocasión se enfrenta a una celebración de alto standing nada menos que en un castillo. Todo parece estár perfectamente orquestado para que el evento sea un éxito: camareros, orquesta, menú, DJ y decoración floral, pero a cada momento surgen tropiezos que ... [+]
29 de septiembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nakache y Toledano, el dúo dinámico, arrasaron por doquier con Intocable, un monstruoso éxito de taquilla en todo el mundo, que con unos diez millones de euros de presupuesto acabó recaudando casi quinientos millones de dólares (ya serán más, imagino). La química entre François Cluzet y Omar Sy favoreció la identificación con los espectadores. Después de semejante pelotazo, cuesta levantar cabeza. La siguiente obra, Samba, sólo con Omar Sy, no era ni de lejos tan lograda como la anterior, y con C'est la vie, una obra coral tontorrona y poco imaginativa, se conoce que la fórmula está feneciendo rápido.
En un castillo de esos que sólo los franceses poseen se va a celebrar un bodorrio de mucha pasta entre un tarado mental y una chica muy tontita. Existe un grupo dedicado a planificar eventos similares de forma que nada pueda salir mal. Lástima que le crezcan los enanos. Veréis, lo peor de una película presuntamente cómica es que no consiga provocar la risa del espectador. Creo que sonreí alguna vez, sobre todo porque me daba pena ver a Bacri en un papel tan estúpido, y porque los diálogos no eran ingeniosos, las situaciones eran manidas, los referentes más sobados que una choni poligonera, etcétera. El cine francés goza de una salud envidiable desde hace dos o tres décadas, después de unos 70 y 80 algo horteras, por decirlo de una forma suave, y Le sens de la fête no está a la altura de lo que nos gusta. Es evidente que Gilles Lellouche se esfuerza en acometer su papel habitual, y que Bacri anda algo despistado desde que se separó de Agnès Jaoui, y que el tándem Nakache & Toledano tendrá que trabajar bastante más sus futuros libretos. De momento, se les ve algo empantanados. Cuidado, tampoco ofende, pero esperaba bastante más después del fiasco de Samba.
Eduardo
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