Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
4
Acción. Romance. Thriller Después de cumplir su último encargo, el asesino profesional Martin Terrier decide retirarse, pero eso está prohibido en la organización para la que trabaja. Tras liquidar a un asesino enviado para matarle, Terrier decide irse unos días a la granja de pavos que su excéntrica exmujer ha comprado a modo de inversión. Allí conoce a la bella esposa del hombre que dirige la granja. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues resulta que Delon es un asesino a sueldo. ¿A que no os lo podéis creer? Yo tampoco podía. Total, que cansado de matar a troche y moche decide retirarse, para llevar una vida tranquila con sus dineros honradamente ganados. Después de oír aquello de "Nadie abandona la Organización de rositas", y eliminar a un pobre aprendiz enviado para liquidarle, habla con su asesora financiera, que también es su ex (Stéphane Audran en un cameo rol), y ésta le persuade de que invierta en una granja de pavos en Bretaña. Así como suena. Allá que va nuestro hombre y conoce a los propietarios. Felipe Leotardos es un borrachuzo y maltratador de mucho cuidado, y Deneuve la sufrida esposa. En cuanto se va a l pueblo a tomarse unas copas, Delon y ella se lo montan. Entonces aparecen unos torvos terroristas alemanes, con la intención de vengar el asesinato de uno de los suyos, llevado a cabo por Delon, y se arma el zipizape. Los amantes huyen y...
Habían transcurrido quince años desde Le samouraï/El silencio de un hombre, Melville había pasado a peor vida, y Alain Delon, espoleado por la popularidad y un ego de proporciones homéricas (no es de extrañar, con esa belleza), se había extraviado en una carrera repleta de asesinos a sueldo y/o policías duros sin escrúpulos. Se involucraba como productor, como guionista, incluso como director (aunque no consta oficialmente, se da por hecho que metió mano en esta película), con el resultado de que las películas iban mermando de calidad e interés progresivamente, El choque está más vista que el TBO y, pese a la fotografía del excelso Pierre-William Glenn, poco excelso en esta ocasión, y la música un poco facilona de Philippe Sarde, el metraje transcurre de manera cansina hacia el predecible final. Delon está correcto (se nota que actuaba en modo piloto automático), y Deneuve, preciso es reconocerlo, era hermosa pero poco expresiva, ya antes del botox. Unas cuantas escenas de acción resueltas con oficio, una intriga que conocemos al dedillo, y un resultado tirando a mediocre constituyen el resultado final.
Sólo para amantes del polar y fanáticos de la pareja protagonista.
Eduardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow